Quantcast
Channel: Cosicas dulces...y alguna salada
Viewing all 355 articles
Browse latest View live

Bundt de vainilla

$
0
0
Desde que tengo este blog he descubierto un gran número de cachivaches reposteriles que antes no conocía pero que ahora se han convertido en objeto de mis deseos. Poco a poco, y gracias a una hucha destinada a estos menesteres, voy consiguiendo algunos de ellos. Mi ultimo caprichito era un molde para bundt. Cada vez que los veía en vuestros blogs se me caía la baba con ellos ¡Son taaaaaaan bonitos y hablabais taaaaan bien de ellos!  El principal problema para hacerme con mi preciado tesoro residía en que, como os he dicho, los caprichos blogueriles salen de una hucha destinada a tal fin y ahora mi hucha está ahorrando para un horno nuevo que buena falta me hace. La técnica alternativa a la hucha es pasarme el día hablando con mi hija de la "falta" que me hace el caprichito del momento; de lo "necesario" que es para mi...todo ello mientras mi marido anda cerca. A veces, como en esta ocasión, mi técnica de las indirectas de resultado jajajaja. Espero que os guste. Fuente de la receta: El rincón de Bea.
Ingredientes:
200 gramos de harina.
50 gramos de maicena.
2 cucharadas de levadura química (tipo Royal).
Una pizca de sal.
285 mililitros de nata para montar.
3 huevos XL.
2 cucharaditas de pasta de vainilla.
Elaboración:
Batimos los huevos a velocidad alta, añadiendo el azúcar poco a poco y sin dejar de batir hasta lograr que tripliquen su volumen y queden muy espumosos. En ese momento añadimos la pasta de vainilla y batimos un par de minutos más para integrarla bien.
Incorporamos la mezcla de harina, maicena y sal (previamente tamizados) en tres veces.
Por último añadimos la nata que previamente habremos montado y mezclamos con movimientos envolventes.
Colocamos la masa en nuestro molde, previamente engrasado, y horneamos a 170 grados (con el horno precalentado) unos 40 minutos o hasta que veamos que al pincharlo sale limpio.
Y ya tenemos listo nuestro rico bundt para la merienda.

Sandwich helado de chocolate y cerveza negra

$
0
0
No encuentro las palabras con las que empezar esta entrada. Decir que he preparado un helado de chocolate con cerveza negra no creo que sea lo más acertado. En mi opinión, lo correcto sería decir que he preparado un helado-para-morir-de-placer-en-cada-cucharada. Sí, definitivamente creo que esta definición es mucho más correcta. Este helado, como dice el spot televisivo, es un placer adulto que hará las delicias de los amantes del chocolate puro, ese con un punto amargo cuyo gusto perdura en nuestro paladar incluso después de haberlo comido. Creo que si después de esta definición no os he convencido para salir corriendo al supermercado a comprar los ingredientes poco más puedo hacer. Espero que os guste. Fuente de la receta: Bake street.
Ingredientes:
175 gramos de chocolate al 70% de cacao sin azúcar.
35 gramos de chocolate negro para postres.
240 gramos de leche.
75 gramos de azúcar.
25 gramos de azúcar invertido (si no tenéis  en lugar de 75 de azúcar normal poned 140).
Una pizca de sal.
4 yemas de huevo.
220 gramos de nata para montar.
180 gramos de cerveza negra (mejor si es marca Guinness).
Galletas Digestive (yo de mi caja Degustabox).
Elaboración:
Comenzamos por colocar en un cazo la leche, el azúcar, el azúcar invertido y la sal. Una vez que llegue a ebullición retiramos del fuego y vertemos muy lentamente sobre las yemas que previamente habremos batido. Este paso lo realizamos sin dejar de batir mientras agregamos la leche caliente sobre las yemas, para evitar que estas cuajen.
Una vez hecho esto volvemos a llevar la mezcla al fuego, sin dejar de mover. Una vez que haya espesado retiramos del fuego y la vertemos, a través de un colador, sobre los chocolates que habremos troceado de forma previa. El propio calor de la crema deshará todo el chocolate y no será necesario volver a ponerlo al fuego.
Añadimos a continuación la nata y mezclamos bien.
Finalmente agregamos la cerveza negra.
Dejamos reposar la mezcla, como mínimo, 6 horas en la nevera (notareis que al sacarla ha espesado mucho pero es normal) y después la colocáis en la heladera y que la maquinita haga su trabajo. Si no disponéis de heladera os podéis saltar el paso del reposo en el frigo. Lo ponéis directamente en el congelador y os acordáis de mover la mezcla cada media hora durante las dos primeras horas.
Si como yo queréis servirlo en forma de sandwich sólo tenéis que poner una bolita de helado encima de una galleta y tapad con otra haciendo un poquito de presión (mejor cuando el helado no esté muy duro porque si no se os romperá). Metéis los sandwich media hora en el congelador y después de ese tiempo podéis adornarlos sumergiendo parte de ellos en chocolate fundido. Hacedlo cuando el chocolate fundido esté frio o de lo lo contrario la crema de helado se deshará por completo.
Y ya sólo nos queda disfrutar de esta tentación helada.

Cerrado por vacaciones...hasta el lunes

$
0
0
Ahora que llegar el otoño, por fin llegó mi momento para decir: ¡me voy de vacaciones! Pasaré unos días de relax en Mallorca. Aunque sólo serán cinco días prometo aprovecharlos al máximo. Aviso a los hornos para que empiecen a preparar sus masas que voy para allá y pienso hacer la ruta de la ensaimada jajaja. El lunes estaré de vuelta y prometo ponerme al día de todo. Hasta entonces, mil besicos.

Escapada a Mallorca

$
0
0
Ya decían Los Mismos eso de "será maravilloso viajar hasta Mallorca" y ahora que yo lo he hecho puedo asegurar que lo es. Como ya os dije hace unos días, hemos hecho una escapada en familia hasta la isla y hemos quedado totalmente atrapados por las maravillas del lugar: la belleza de Palma, la preciosa Sierra de la Tramontana, esas carreteritas salpicadas de calas paradisíacas y su rica gastronomía.
Nosotros optamos por alquilar un coche, lo que nos permitió movernos con facilidad por la isla y aprovechar al máximo los cuatro días que estuvimos en ella. Además, decidimos alojarnos en un precioso apartamento en el centro histórico lo que fue todo un acierto. Su propietaria, Pilar, nos hizo sentir como en casa. A nuestro bonito alojamiento de techos de madera y suelos de barro no le faltaba detalle y además estaba tan bien ubicado que podías ir paseando a cualquier parte de la zona monumental.
Llegamos el miércoles a medio día y esa tarde la aprovechamos para hacer una primera toma de contacto con la ciudad (sí, he de confesarlo, y para merendar la primera de las muchas ensaimadas que me comí durante mi estancia). El jueves por la mañana nos levantamos bien temprano y pusimos rumbo para la Sierra de la Tramontana, merecidamente declarada Patrimonio Mundial en 2011. Aunque circular entre senderos de vegetación, peñascos y acantilados hacia el mar ya es un placer en sí mismo todo ello se completa por los bellos pueblos que la salpican. Nuestra primera parada no podía ser otra que Valldemossa.
Este precioso pueblo de piedra, ventanas verdes y vegetación en todos sus rincones en, sin duda, uno de los más turísticos de la isla pero ni siquiera eso le resta el encanto que sólo poseen esos lugares que parecen anclados en el tiempo. Gran parte de la historia de este municipio su concentra en La Real Cartuja, cuyo edificio alberga, entre otras maravillas, la celda de Chopin o el Palacio del Rey Sancho.
Tras recorrer el pueblo, obligado es hacer un alto en el camino para reponer fuerzas y nada mejor que hacerlo degustando una coca de patata en Can Molinas, una panadería fundada en 1920 y que a día de hoy sigue cociendo sus pasteles en el mismo horno moruno con el que abrió sus puertas hace casi cien años. Can Molinas tiene dos sucursales en Valdemossa y como imaginareis yo tenía que hacer parada en ambas. En el obrador me zampé una coca de patata (su producto estrella) y en su terraza de la Via Blanquerna opté por una ración de ensaimada de crema tostada y una horchata de almendra que ha pasado a convertirse en la mejor que he tomado en mi vida.
Tras la visita a Valldemossa pusimos rumbo a Deià, un pueblo muy pequeño pero enclavado en un entorno privilegiado: a la sombra de la montaña del Teix y al abrigo del Mediterráneo. En nuestro paseo por sus empinadas calles aprovechamos para comprar un bote de mermelada casera de naranja que aún no hemos probado pero que seguro veréis pronto en el blog. 
Nuestro siguiente destino fue el restaurante de Canet (en la carretera que une Valldemossa y Palma, a la altura de Esporles) donde nos dimos nuestro primer homenaje mallorquín: un arroz brut espectacular, frito mallorquín y tumbet (se me hace la boca agua cuando lo recuerdo). La comida resulto fabulosa, las raciones enormes, el servicio estupendo y el precio más que ajustado. Sin duda fue un acierto seguir las recomendaciones de Pepi, una amiga de mi hija, que conoce la isla casi como la palma de su mano.
Ya con la barriga llena tomamos rumbo a Sóller. Este pueblo,enclavado en un valle repleto de naranjos, tiene como principal atractivo turístico la parroquia de San Bartolome, cuya fachada es todo un exponente del modernismo mallorquín, y el tranvía que une el pueblo con el puerto de Soller.
Tras un recorrido cultural por la ciudad, decidimos subir en el viejo tranvía que haciendo un recorrido entre huertos de naranjos nos llevó hasta el puerto. Una vez allí, como no podía ser de otra manera, disfrutamos en una de sus muchas terrazas de un zumo de naranja recién exprimido.
Después de un intenso día pusimos rumbo a Palma donde, una vez más nos esperaba un homenaje gastronómico en La Bodeguilla (Carrer San Jaume). Este sitio, junto con el Burladero (Calle Concepción), por recomendación de Lorenzo (un artista aguileño afincado en Palma), fueron nuestras opciones nocturnas durante nuestra estancia en Palma. De nuevo os recomiendo ambas porque todo estaba delicioso. Nosotros pedimos croquetitas con jamón de bellota y ceps, mollejas de cordero lechal al ajillo (deliciosas), patatas ali-bravas, muslitos de pato al toque de ciruela y. taco de bacalao con tomate seco y wakame.
Siguiendo con nuestro itinerario, la mañana del viernes la dedicamos a "maravillarnos" con la visita a las Cuevas del Drach; un precioso recorrido de unos 1200 metros entre estalagmitas y estalagtitas que concluye con un emocionante concierto en el lago Martel ¡Realmente impresionante! (Imagen: click-mallorca.com)
Después de la visita nos dirigimos hacia Sineu. Desgraciadamente nuestra visita no coincidió con el mercado que se realiza los miércoles por la mañana y en el que los payeses venden sus productos. No obstante este bonito pueblo bien merece un paseo por sus callejuelas y una visita a la iglesia de Santa María de Sineu...
También es altamente recomendable en Sineu una parada en el horno Ca´n Toni donde compre un delicioso cuarto mallorquín (un bizcocho suave, esponjoso, delicado...).
Desde allí, pusimos rumbo a Inca con la intención de comer en un restaurante que llevábamos recomendado: El Antic Celler Can Ripoll. Fue suficiente entrar a su precioso comedor para saber que ibamos a disfrutar de una buena jornada gastronómica.
En Can Ripoll degustamos diferentes platos mallorquines como los sesos rebozados, el frito mallorquín, los calamares con sobrasada y miel y, el plato estrella, una espectacular lechona asada que no dudaría en volver a pedir si volviese (espero que sí) a Mallorca. Como postre, un sorbete de higo chumbo a la altura del resto de la comida.
Después de esta suculenta comida aprovechamos para dar un paseo por Inca y el destino quiso que en mi camino se cruzase una nueva pastelería (las dulcerías me persiguen y yo no sé resistirme a ellas).  En la calle Mayor de Inca se ubica desde 1856 la confitería Casa Delante de la que es imposible marcharse sin uno de sus borrachuelos (para comerse allí mismo) y sin una bolsa de las famosas galletas de Inca; una especie de galletas de pan que son el acompañante ideal de la sobrasada mallorquina. El resto de la jornada del viernes así como la del sábado la pasamos en Palma. Una ciudad que nos sorprendió por la gran cantidad de maravillas que esconde entre las estrechas callejuelas de su casco antiguo.
Los patios mallorquines escondidos en la calle Morei; la tranquilidad de los baños árabes; la culturalidad de la plaza Mayor; el recogimiento de la Iglesia de San Miguel en contraposición con el bullicio de la calle del mismo nombre; las vidrieras de la Catedral; el lujo del Paseo del Born (con su parada obligada en el bar Bosch para degustar una "langosta", que nos es otra cosa que un bocadillito caliente elaborado con el tradicional pan llonguets); los productos frescos del Mercado del Olivar...creo que nunca me olvidaré de estas maravillas. Pero lo que estoy segura que siempre se quedará grabado en mi memoria son esos suculentos desayunos a base de chocolate caliente, ensaimadas y cuartos y las meriendas con helado de fresón en Can Joan de S´Aigo. Sin duda, esta casa fundada en el año 1700 es visita obligada para todos los que pongan sus pies en la isla balear.
Nuestra ultima comida en la isla volvió a ser todo un tributo a los fogones mallorquines. Comer en el Celler Pagès, por recomendación de Lorenzo, volvió a ser un acierto. Y es que esta casa mallorquina, que abrió sus puertas en 1956 en la calle Felipe Bauza, en plena lonja de Palma, ofrece una comida de temporada, deliciosa y fiel a la tradición de las cosas bien hechas. Allí volvimos a deleitarnos con el frito mallorquín, unas manitas de cerdo, una sepia con sobrasada que casi hace que se me salten las lágrimas y de postre el tradicional pastel de pobre.
Como no podía ser de otra manera, antes de despedirnos de la isla llegó el momento de recoger todas las ensaimadas que tenía encargadas. En total 16 kilos de este sabroso dulce. Sí, sí, he dicho 16 kilos y para los que os preguntéis como pude traerlo en el avión os informo de que facturé una maleta exclusivamente para ensaimadas y sobrasadas. Algo que, me consta, sólo podréis entender vosotros, mis queridos amigos apasionados, al igual que yo, por la gastronomía. El resto del mundo pensará que estoy medio loca (tal vez sea cierto jajaja). Los lugares escogidos para las compras, después de mucho indagar, fueron mi querido Can Joan de S´Aigo y el Horno La Gloria, un negocio familiar cuya historia parece remontarse al siglo XIII.
Y aquí os dejo, como hago siempre una foto de todas las compras que traje a casa (en mi maleta facturada para tal fin jajaja): quesos mallorquines, sobrasadas artesanas, camaiot, longaniza, galletas de Inca, cuartos, ensaimadas, mermelada de naranja de Soller y un sin fin de delicias más que me sirvieron para recordar, ya en casa, mis fabulosos días en Mallorca.

Bizcocho de natillas para una princesa

$
0
0
Si hay algo que adoro es ver a los niños metidos en la cocina, pero no compitiendo (como últimamente se empeñan en hacer algunos programas de televisión) sino descubriendo la magia de mezclar ingredientes; apreciando las texturas, los olores y los sabores de todos ellos; acostumbrado sus paladares a comer alimentos diversos; aprendiendo la importancia de ser ordenados y limpios a la hora de trabajar...En fin, que me encanta verlos descubriendo un mundo y adquiriendo unos aprendizajes que le servirán para cualquier ámbito de su vida. No me importa que cuando terminen haya harina hasta en el techo porque ver su sonrisa satisfecha cuando sostienen en sus manos su creación culinaria lo compensa todo. La semana pasada en casa tuvimos la visita de una pequeña princesa que adora meterse entre harinas (sobre todo si es en compañía de mi hija a la que ella llama su "señorita Rebeca". Deberíais verlas juntas porque no hay duda de que es el ejemplo más claro de la reciprocidad en el amor porque la princesa y "su señorita" se adoran la una a la otra). El caso es que no se me ocurrió mejor momento que la visita de una princesa a mi cocina para estrenar mi nuevo molde de silicona cuya forma es también de princesa. He de reconocer que yo lo único que hice fue imprimir la receta desde el blog Cuchillito y tenedor de mi querida Mary. La minichef fue la encargada de pesar, mezclar y catar este rico bizcocho de natillas. ¿Y sabéis lo mejor? Pues que sólo tiene cinco años. Yo es verla y ponerme a temblar de la dura competencia que se nos avecina. Espero que os guste tanto como a ella.
Ingredientes:
2 huevos XL
100 gramos de azúcar.
70 mililitros de aceite de oliva suave.
100 mililitros de leche.
28 gramos de preparado para natillas.
Un chorrito de esencia de vainilla.
140 gramos de harina.
11 gramos de levadura química.
Elaboración:
Comenzamos batiendo muy bien los huevos junto al azúcar. Cuando estén esponjosos y hayan duplicado su tamaño añadimos la vainilla y el aceite en hilito y sin dejar de batir a velocidad baja.
Añadimos a la mezcla de huevos el preparado de natilla que, previamente, habremos disuelto muy bien en la leche.
Por último incorporamos la harina mezclada con la levadura y tamizada.
Vertemos la masa en nuestro molde de silicona Silikomart y horneamos a 180º (con el horno previamente precalentado) hasta que al pincharlo con un palito este salga limpio.
Una vez frio desmoldamos y ya tenemos listo nuestro bizcocho de princesa.

Sobaos 100% nuestros

$
0
0
Hace algunas semanas cayó en mis manos el libro Postres 100% nuestros de Amanda Laporte editado por Grijalbo. Como imaginareis, para una enamorada de la repostería tradicional como yo, una obra que recoge  el dulcerío más destacado de la gastronomía española ya tiene mucho ganado. Además del contenido, la edición de este volumen gastronómico es altamente atractiva por diferentes motivos: todas sus recetas vienen acompañadas de una fotografía a toda página; los ingredientes están en cualquier despensa; la explicación es muy sencilla lo que ayuda mucho a la hora de elaborarla; y las recetas aparecen ordenadas en distintas categorías. Si a esto le añadimos un papel de calidad y una encuadernación muy buena el resultado es un libro atractivo de inicio. Ahora bien, como todo recetario la prueba de fuego llega cuando te metes en harinas y he de decir que Postres 100% nuestros pasa el examen con nota. Ayer, aprovechando la tarde lluviosa, decidí estrenar mi libro con estos sobaos y no os miento si os digo que, literalmente, desaparecieron de la bandeja. La receta es perfecta, ni sobra ni falta nada. Os aseguro que sale a la primera, sin necesidad de reajustes y que su sabor es muy parecido a esos deliciosos sobaos de tierras cántabras. Espero que os guste.
Ingredientes:
200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
200 gramos de azúcar.
175 gramos de harina.
3 huevos.
8 gramos de levadura en polvo.
La ralladura de medio limón.
Elaboración:
Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa.
Seguidamente añadimos la harina tamizada junto a la levadura, la mantequilla reblandecida y la ralladura de limón. Si utilizamos un robot de cocina que disponga de pala mezcladora este es el momento de ponerla. Si no lo tenemos podemos seguir mezclando con la varilla pero a velocidad muy baja.
Vertemos la masa en un molde de unos 25 centímetros previamente engrasado o en moldes individuales y hornemos a 175º con el horno precalentado.
El tiempo de horneado dependerá, como siempre de cada horno. En mi caso fueron 25 minutos. Los dejamos enfriar y ya tenemos listos nuestros ricos sobaos.
Aquí tenéis más información sobre este nuevo libro del que seguro muy pronto veréis más cosicas por mi blog.

Terrina de paté de campagne

$
0
0
Después de mucho tiempo sin publicar nada salado, hoy es el turno de hacer un alto a las dulcerías y poner todos los focos en esta terrina de paté de campagne. La razón por la que este caprichito salado merece ser protagonista de este rincón es porque es una DELICIA, sí, sí, con mayúsculas. Su sabor es espectacular, se elabora en menos de cinco minutos (sin contar el tiempo de horneado y maceración) y el resultado os aseguro, si sois amentes del paté, os dejará con la boca abierta. La receta la encontré por casualidad en el blog Las recetas de la familia Tartufo, del que ya soy fiel seguidora. Mi próximo objetivo es hacerlo con carne de caza: perdiz, tal vez. se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Espero que os guste.
Ingredientes*:
* he adaptado las medidas a un molde de plum cake de 20 cm.
150 gramos de higadillos de pollo.
75 gramos de tocino.
75 gramos de magra de cerdo picada.
100 gramos de panceta en lonchas (o la cantidad necesaria para forra el molde).
50 mililitros de vino tinto.
50 mililitros de brandy o coñac.
Un diente de ajo.
Una buena cucharada de orégano seco.
Una cucharadita rasa de azúcar.
Pimienta negra recién molida.
Sal.
Unas hojas de laurel seco.
Tostas para servir (yo usé unas de brioche espectaculares de mi caja Degustabox)
Elaboración:
Colocamos en un bol los higadillos cortados a trocitos pequeños, el tocino también en trocitos muy pequeños, la carne picada, el orégano, la sal, el azúcar y el diente de ajo machacado. Mezclamos todo muy bien y regamos con el coñac y el vino tinto. Volvemos a mezclar y dejamos macerar en la nevera como mínimo doce horas.
Transcurrido el tiempo de maceración, forramos nuestro molde de plum cake (fondo y paredes) con las lonchas panceta fresca y vertemos sobre ella el preparado que teníamos macerando (sin escurrir).
Por último cubrimos con más panceta y colocamos sobre ella las hojas de laurel. Para el horneado es importante seguir estás indicaciones: Comenzamos horneando al baño maría durante una hora a 200º con la terrina de paté tapada. Bajamos la temperatura a 170º y seguimos horneando con la terrina tapada y al baño maría 15 minutos más. Finalmente destapamos el molde y lo dejamos otra media hora más a 170º grados y baño maría.
Una vez que tenemos nuestro paté listo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar. Cuando esté frio debemos meterlo en la nevera, con algo de peso encima (yo puse un bote de garbanzos), unas cuantas horas o mejor de un día para otro. Podéis servirlo sobre unas tostas, os quedará delicioso.
Nosotros nos lo comimos sobre unas tostas de brioche que llevaba mi caja Degustabox de este mes. Os aseguro que el contraste del paté con el dulzor del brioche tostado es delicioso. He de confesar que estas tostas de brioche son lo que más me ha gustado de mi caja Degustabox de este mes.

Cocinando con Susi Diaz y Harinas Yolanda

$
0
0
En los años 60 nacía en Murcia Harinas Yolanda, una empresa dedicada en exclusiva a la elaboración de un preparado alimenticio de harina para rebozar sin huevo. Hoy, más de medio siglo después, Yolanda sigue siendo un referente en la cocina. Manteniendo su fórmula intacta, ha sabido evolucionar entre los fogones. Por esa razón Yolanda es en la actualidad mucho más que un preparado para rebozar y ha logrado colarse como ingrediente en platos de grandes chef de cocina, como es el caso de Susi Diaz; junto a ella, y gracias a la invitación de esta empresa murciana, un grupo de bloggers pudimos participar hace unas semanas en un magnífico Showcooking en el que la estrella Michelín y su magnífico equipo nos desvelaron y nos enseñaron a preparar deliciosos platos.
Para demostrar la versatilidad de Harinas Yolanda la gran Susi Diaz nos ofreció, a un grupo de bloggers entre los que tuve la suerte de encontrarme, una clase magistral en la que pudimos cocinar mano a mano con esta gran cocinera, propietaria y chef del restaurante La Finca y poseedora desde el año 2006 una estrella Michelin y dos soles en la Guía Campsa (premios todos ellos que demuestran el buenhacer culinario de Susi al que en su caso se añade un trato cordial, cercano y cariñoso como demostró en el Showcooking de Harinas Yolanda). Durante el evento, cargado de risas, aprendizajes y reencuentros con magníficos amigos, pudimos elaborar un menú completo teniendo como nexo de unión todos los platos la harina Yolanda entre sus ingredientes.
Me encantó estar en compañía de mis queridos bloggericos murcianos, a los que llevaba ya algún tiempo sin ver. Disfrutamos entre risas y buena comida de una agradable conversación y de esos cariñosos abrazos que tanto nos gusta darnos a los que compartimos este mundo común de los blogs gastronómicos...y nos pusimos bien guapos con los delantales que nos regalaron.
Y después de los reencuentros llegó el momento de ponerse manos a la obra. Yo tuve la suerte de que me tocase la mesa dulce junto a mi querida Mary de Cuchillito y tenedor, Tere de Las María Cocinillas, con Noelia de Pio recetas, Lola de Lola en la cocina (moría de ganas por conocerla en persona) y Belén de Mi caja de recetas.
En cuanto al menú elaborado y degustado, comenzamos con un snack delicioso: pajaritos de colores. Una receta clásica de tempura con el toque innovador del color obtenido con colorante natural 100%.
Como aperitivo, y también espectacular (tanto, que estoy deseando repetirlo en casa): Sardinilla en tempura sobre galleta de pan y pipas.
El plato principal lo componía una Sepieta con guisantes y moyitas con pañuelo negro.
Una riquísima creme brulee con tierra de Otoño como postre.
 Y para finalizar unas galletas de te con toque de canela riquísimas.
Antes de despedirnos, todos los participantes nos hicimos una foto de familia. Nuestras sonrisas son el ejemplo más palpable de la magnifica tarde que pasamos en compañía de la chef Susi Diaz y su equipo y de Harinas Yolanda cuya propietaria, que además da nombre a la empresa, fue todo un encanto. Aprovecho este espacio para agradecer a la empresa Harinas Yolanda este gesto con los blogger murcianos. 
Y aquí me veis a mi junto a la gran Susi Diaz, magnifica cocinera y aún mejor persona. Nos atendió a todos con una sonrisa, nos enseñó muchos de sus secretos culinarios y tuvo unas cariñosísimas palabras hacia la figura del blogger de cocina al que dijo "los cocineros y chefs debemos apoyar ya que su trabajo y el nuestro su complementan".

Donuts de calabaza

$
0
0
Sé que ya os he repetido muchas veces que adoro la calabaza para la repostería y a riesgo de parecer pesada hoy os lo vuelvo a decir. Me parece una delicia dar un bocado a una dulcería y notar en él el sabor de la calabaza asada y de las especias como la canela, la nuez moscada, el jengibre, el cardamomo...¡Puro placer! Mis amigos Juan y Elena, que saben de mi gusto por este otoñol fruto, siempre me proveen de estas dulces y deliciosas calabazas violín que en mi cocina, cuando se acerca el mes de noviembre, son un ingrediente muy presente. En esta ocasión las he utilizado para preparar estos adictivos donuts. Espero que os gusten. Fuente de la receta: La cuinera.
Ingredientes:
160 gramos de puré de calabaza asada.
250 gramos de harina panadera.
250 gramos de harina de fuerza.
100 gramos de buttermilk o suero de mantequilla.
100 gramos de agua.
35 gramos de azúcar.
11 gramos de levadura seca de panadero*
1 huevo
35 gramos de mantequilla fria.
1 cucharada de canela.
Una pizca de jengibre en polvo.
Una pizca de nuez moscada molida.
Una pizca de cardamomo.
Una pizca de sal.

*Tened en cuenta que si usais levadura fresca prensada la proporción es diferente.
Elaboración:
Comenzamos asando la calabaza para sacar el puré. Para ello abrimos por la mitad una calabaza violín y la retiramos las pipas pero le dejamos la piel. La colocamos sobre una bandeja con papel de horno y metemos al horno a 200 grados. Es importante que en la parte más baja del horno coloquemos una fuente con agua para que cree vapor durante el horneado. Una vez enfriado nuestro puré podemos comenzar con la receta. Colocamos en un un bol las harinas, la levadura, la sal y las especias y mezclamos muy bien. Ponemos el accesorio de gancho a nuestra batidora y conectamos a velocidad media. Sin dejar de amasar, añadimos el huevo y la calabaza. Seguidamente incorporamos el agua y el buttermilk y amasamos durante diez minutos.
Transcurridos esos diez minutos la masa presentará un aspecto brillante y pegajoso. Es el momento de añadirle la mantequilla a dados y seguir amasando un par de minutos más hasta que esté bien integrada.
En ese momento colocamos la masa sobre una superficie de trabajo y empezamos a amasar de forma manual. Tendremos una masa muy muy muy muy muy pegajosa pero prohibido caer en la tentación de añadirle harina. Es importante no añadir ni un gramo (ni siquiera sobre la superficie de trabajo). Debemos amasar tocando muy ligeramente la masa con la punta de los dedos. Levantamos la masa y la doblamos sobre si misma. Después de un buen rato nuestra masa se hará más manejable.
Cuando veamos que la masa empieza a ser manejable (aunque seguirá algo pegajosa) la extendemos con un rodillo entre dos papeles previamente pincelados de aceite (esto es importante), dándole a la masa un centímetros de grosor y la ponemos en el congelador 30 minutos (ni un minutos más).
Transcurrido el tiempo de congelación, cortamos nuestros donuts, los colocamos de nuevo sobre papel de horno previamente pincelado de aceite y los dejamos levar durante 40 minutos.
Tras el levado procedemos a freir nuestros donuts en aceite de girasol o aceite de oliva suave (la temperatura debe ser media y nunca elevada en exceso). Lo ideal es freirlos con el papel y luego retirarlo ya que si se manipula la masa esta perderá la forma.
Una vez fritos y aún en caliente procedemos al glaseado. La glasa la realizaremos con 200 gramos de azúcar glas a la que iremos añadiendo nata líquida hasta lograr una textura semilíquida.
Cuando hayan enfriado será el momento de disfrutar de nuestra merienda.

Galletas "terroríficas"

$
0
0
Desde hace unos años a esta parte la fiesta de Halloween se está imponiendo cada vez más en nuestro país. Si bien, en lo que a dulces se refiere, yo soy muy fiel a nuestra festividad de Todos los Santos creo que, teniendo en cuenta los tiempos que corren, que sumemos festivos a nuestro calendario y con ellos excusas para divertirnos y pasarlo bien no esta nada mal. Que los niños se diviertan, se dejen por unas horas los videojuegos y pasen un rato disfrazados en compañía de otros niños y repitiendo puerta tras puerta eso de "truco a trato" me parece algo positivo aunque para ello hayamos tenido que exportar una fiesta americana. Además, las chuches "terroríficas" que acompañan a Halloween son de lo más llamativas y ver plagados los blogs de todas ellas es toda una tentación a la que es difícil resistirse jajaja. Este año yo he preparado varias cosicas que ya os iré enseñando. Hoy os dejo la primera: estas "terroríficas" galletas del tipo de las muy conocidas Petit Ecolier. Las he preparado sobre una base de galleta de canela sobre la que he colocado una chocolatina preparada en unos moldes de silicona. Espero que os guste.
Ingredientes:
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
100 gramos de azúcar.
1 huevo.
250 gramos de harina.
1 cucharadita de levadura en polvo.
2 cucharaditas de canela molida.
100 gramos de chocolate de cobertura.
Elaboración:
Colocamos en un bol o en la amasadora si disponemos de ella la mantequilla junto con el azúcar y mezclamos bien hasta obtener una mezcla cremosa. En ese punto añadimos el huevo ligeramente batido y la canela y seguimos mezclando.
Añadimos la harina tamizada junto a la levadura. La incorporamos cucharada a cucharada, sin prisa pero sin pausa hasta obtener una masa homogénea.
Una vez tengamos lista nuestra masa la estiramos (con un grosor de entre 4 y 6 mm.) entre dos papeles de hornear y la refrigeramos un par de horas. Después de eso las cortamos con el cortapastas.
Horneamos a 180º unos 12 minutos y una vez listas las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Mientras tanto podemos preparar la chocolatina. Para ello deshacemos unos 100 gramos de chocolate de cobertura  llenamos con él nuestro molde de silicona. Una vez lleno golpeamos el mismo contra la superficie de trabajo para eliminar todas las burbujas de aire y dejamos que enfríe muy bien antes de desmoldarlo.
Una vez lista nuestra chocolatina la pegamos con un poco de chocolate derretido sobre la galleta y listo.

Cementerio de chocolate

$
0
0
Os prometo que no he dejado de ser yo. Os aseguro que ningún espíritu de madre americana ha poseído mi cuerpo. Juro que en casa también hay bandejas de huesos de santo, panellets, buñuelos y torticas de calabaza...pero, qué queréis que os diga, este año me ha dado por compaginar, gastronómicamente hablando, nuestros Santos de toda la vida con Halloween. Bueno, en este caso ha sido mi hija Rebeca la encargada de convertir lo que iba a ser un bizcocho de chocolate en un cementerio muy dulce y es que en casa morimos por el chocolate así que esta tarta nos viene como anillo al dedo. Espero que os guste.
Ingredientes:
Para el bizcocho (fuente de la receta Pasen y Degusten):
50 gramos de Maizena.
3 cucharadas colmadas de cacao puro en polvo.
100 gramos de azúcar moreno.
125 gramos de azúcar blanquilla.
75 gramos de mantequilla.
125 gramos de chocolate.
2 huevos grandes.
225 mililitros de agua fría.
75 mililitros de aceite de girasol.
125 gramos de harina.
2 cucharaditas y media de levadura química en polvo.
Para la trufa pastelera:
500 mililitros de nata.
200 gramos de chocolate de cobertura.
50 gramos de azúcar.
Para la ganache de cobertura:
200 mililitros de nata.
200 gramos de chocolate de cobertura.
Para la decoración:
Galletas de mantequilla.
Fondant.
Galletas Oreo.
Elaboración:
Comenzamos por preparar el bizcocho. Para ello ponemos en un cazo la maicena, el azúcar moreno, el azúcar blanquilla y el agua. Mezclamos bien y mantenemos a fuego suave sin dejar de mover hasta obtener una crema espesa y homogenea.
Apartamos nuestra crema del fuego y añadimos el chocolate troceado y la mantequilla (ambos se integrarán perfectamente sin necesidad de ponerlos al fuego gracias al calor residual).
Seguidamente agregamos el aceite y mezclamos bien ayudándonos de unas varillas.
Vamos añadiendo los huevos, uno a uno, y batiendo a velocidad baja para que se integren muy bien en la mezcla. Una vez hemos añadido todos los huevos, agregamos la harina tamizada junto a la levadura y mezclamos. Colocamos nuestra masa en un molde rectangular de 25 centímetros y horneamos a 180º unos 30 minutos. Reservamos el bizcocho.
Para preparar la trufa pastelera, colocamos en un cazo la nata junto al azúcar. Cuando esté bien caliente añadimos el chocolate y mantenemos en el fuego sin dejar de mover hasta que se disuelve por completo. Esta mezcla debe estar un mínimo de 12 horas en la nevera. pasado ese tiempo la montamos con ayuda de unas varillas y reservamos.
Por último sólo nos queda preparar la ganache de cobertura. Calentamos bien la nata sin que llegue a hervir. En ese punto la retiramos del fuego e incorporamos el chocolate troceado removiendo bien hasta obtener una crema brillante.
Con todos nuestros ingredientes listos podemos proceder al montaje de tarta. Comenzamos partiendo en dos capas el bizcocho y rellenándolo de forma generosa con la trufa (reservaremos sólo un poco para una capa de cobertura muy finita).
Una vez bien rellena, la tapamos con la segunda lámina de bizcocho. Recubrimos con una capita muy fina de la trufa reservada y añadimos la capa de ganache. Es importante que el ganache esté templado ya que si lo vertemos caliente fundiría la trufa.
Guardamos la tarta en la nevera y cuando esté bien fría le colocamos todos los adornos que previamente habremos preparado.
Que no falten los zombis, ni los gatos negros...

Panellets de boniato

$
0
0
Después de varias recetas dedicadas a Halloween, hoy, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, no podía dejar de traer a mi cocina un dulce de los de toda la vida. Algo casi obligado para alguien como yo, amante de las tradiciones y fiel defensora de la idea de que modernidad y tradición no tienen porque estar reñidas. Creo que, como dije en mi última entrada, podemos "adoptar" nuevos festejos sin dejar de lado los nuestros y más cuando son tan dulces como estos panellets de boniato que hoy tomaremos en casa. A los que ya preparé el año pasado (podéis verlos AQUÍ) se suman estos de hoy a los que el boniato les aporta, además de un delicioso sabor, un precioso color anaranjado. Os aseguro que es una receta sumamente sencilla y con unos resultados espectaculares. Espero que os guste.
Ingredientes:
250 gramos de almendra cruda molida.
250 gramos de azúcar.
125 gramos de boniato asado.
La ralladura de un limón.
Una yema de huevo pequeño.
Para los sabores:
Piñones.
Una cucharadita de café soluble.
Una cucharadita de cacao.
Chocolate de cobertura.
Guindas.
Mermelada de naranja amarga.
Azúcar glas.
Tinte alimentario rojo y verde.
Un huevo batido para pincelar.
Elaboración:
Una vez tengamos el boniato asado, lo aplastamos bien con un tenedor. Le añadimos la yema de huevo batida, mezclamos bien y reservamos.
En un bol ponemos la almendra molida, el azúcar y la ralladura de limón y mezclamos. Seguidamente agregamos el boniato que teniamos mezclado con la yema de huevo y amasamos bien. Yo lo hice en la KitchenAid colocando la pala amasadora aunque puede hacerse a mano sin problemas.
Una vez tenemos nuestra masa preparada la dividimos en cuencos diferentes (tantos como sabores queremos obtener). Para los de chocolate mezclamos la masa con el cacao y hacemos porciones de 14 gramos con un agujerito en el centro que rellenaremos con chocolate derretido una vez horneados.
Para hacer los de café mezclamos la masa con el café soluble. Tomamos porciones de 15 gramos y les damos forma alargada (como de grano de café). Una vez horneados se rebozan en azúcar glas.
Para hacer los de piñones tomamos porciones de 14 gramos les damos forma redondeada, los bañamos en huevo batido, los rebozamos en piñones y los pincelamos con yema batida antes de hornear.
Los de guinda son porciones de 14 gramos de masa teñida sobre la que colocamos la guinda antes de hornear. Para los de naranja hacemos bolitas de 14 gramos con un hueco en medio que rellenamos (antes de hornear) con mermelada de naranja amarga. Una vez listos los horneamos a 200º durante seis minutos. Al salir estarán muy blanditos pero luego endurecen así que no hay que pasarse de ese tiempo.
Y listos, ya solo nos queda disfrutar de ellos.

Sin receta pero con mucho alimento: Ayudar a los que ayudan

$
0
0
Muchas gente tiende a pensar que las pequeñas cosas no sirven de mucho. Un pensamiento, que en ocasiones, nos sirve de excusa para quedarnos sentados plácidamente mirando, de lejos, el campo de batalla. Yo, soy de esas personas que creen que todo cuenta y que las cosas por pequeñas que sean o nos lo parezcan repercuten en algo o alguien. Una mota de arena, tan menuda e insignificante a simple vista, puede llegar a formar una bella duna. Un grano de arroz, también pequeño a nuestro ojo, es fundamental para cocinar una paella. Un mosquito, con su tamaño milimétrico, puede tenerte en vela toda la noche si le da por revolotear junto a tu oreja. Las diminutas células del ser humano son las que me permiten a mi estar sentada escribiendo esta entrada y a ti estar frente a la pantalla leyéndola. En definitiva que los pequeños gestos son los que cuentan para las grandes acciones. Si esto lo extrapolamos al plano social (el de las injusticias sociales y la actuación contra ellas) yo no solo diría que los pequeños gestos ayudan, sino más bien que son los únicos que ayudan ya que los que deberían hacerlo están más ocupados en otros menesteres (entiéndase por otros menesteres metiendo la mano en caja ajena y guardando en Suiza lo extraído). Por eso, cuando mi querida amiga Mai (alma solidaria donde las haya) me propuso subirme al carro de Ayudar a los que ayudan (Aaqua) no lo pensé ni un momento y este de hoy es el resultado.
Y os preguntareis cómo puedo yo desde mi blog ayudar a los que ayudan. Pues muy sencillo, para empezar, utilizando este espacio para dar a conocer esta iniciativa y animándoos a los que me estáis leyendo a formar parte de esta campaña y de esta red de blog solidarios. La idea resumida sería algo así: publicar una entrada sin receta y con lo que ahorramos hacer una compra en un supermercado online que será entregada en la ONG Aaqua y que ellos, una vez recibida, entregaran a una de las 700.000 familias que España viven bajo ese asqueroso umbral de pobreza.
Esta es una lista de los supermercados porque si eres de clic rápido como yo, sé que no dejarás pasar la oportunidad:

Los alimentos y enseres más urgentes son:
  • Alimentos no perecederos: pasta, puré de patatas, quesitos en porciones, tomate frito, verdura en lata o fresco, magro en lata y cualquier tipo de carne en lata, latas de atún y sardinas, paté, fuet, chorizo, fruta en almíbar.
  • Para los desayunos: café soluble, cacao en polvo, galletas y zumos.
  • Para la higiene personal: compresas, gel, maquinillas de afeitar, pasta de dientes y cepillos, desodorante...
  • Para bebés: leche en polvo, pañales, papillas, potitos...

Y a dónde se envían:
- Aaqua: C/ Manuel de Falla, 5, portal B, Bajo B. 28224 Pozuelo de Alarcón (Horario: conserje 24 horas).
- Aaqua: C/ Vicente Blasco Ibañez nº81. 28050 Madrid (Sanchinarro) (Horario: De 9 a 14 horas).
- Teléfono de contacto (que os lo van a pedir): 609 10 62 94

¿Cómo entrar en la red de blogueros solidarios?
- Crea una entrada sin receta haciendo un llamamiento a la donación de alimentos y lo que te hayas ahorrado lo inviertes en hacer una pequeña compra de donación.
- En la entrada debes poner la lista de supermercados y la dirección de envío para ponérselo más sencillo a los que deseen colaborar donando comida.
- En la entrada habla de los voluntarios de Aaqua (Ayudar a quien ayuda) y añade un link a su blog.
- Si conoces otras asociaciones o grupos de voluntarios no dejes pasar la oportunidad de hablar de ellos y facilitar sus contactos.
- Manda un email a tus amigos blogueros y cuéntales lo que estamos haciendo.
- Antes de publicar manda un email a maitemsalonso@gmail.com con el nombre de tu blog. De esta manera May te hará una insignia que podrás lucir (si te apetece) en tu blog.

Estofado de ternera con ciruelas caramelizadas

$
0
0
Esta entrada además de receta contiene una reflexión sobre las coincidencias o, lo que es lo mismo, de dos cosas que suceden al mismo tiempo. Esas coincidencias que al descubrirlas te ponen una sonrisa en la boca y, al menos en mi caso, te llevan de nuevo a pensar en la magia que hay en este mundo de los blogs gastronómicos (sí, sé que siempre me repito con esto pero es que estoy segura que en este mundo hay mucha magia y de la buena). Mi coincidencia tenía lugar el 15 de octubre ya que ese día, mientras yo preparaba este delicioso estofado que había visto el día anterior en el blog La cocina de Mari y Nuri ellas preparaban en su cocina mis sobaos que también habían visto el día de antes ¿No os parece una bonita coincidencia? A mi me encantó pensar que mientras yo preparaba su receta y mi cocina se llenaba de sus aromas en la de ellas estaba pasando exactamente lo mismo pero con una receta publicada por mi. En cuanto a la receta del estofado os aseguro que es deliciosa y con una salsita para perder la cabeza mojando pan en ella, claro que no podía ser de otra manera viniendo de un blog tan magnífico como el de La cocina de Nuri y Mari. Espero que os guste.
Ingredientes:
1 kilo de aguja de ternera (yo utilicé de vaca gallega de raza cachena de Cachenas de San Breixo).
2 cebollas tiernas.
1 pimiento verde.
1 pimiento rojo.
1 zanahoria.
4 ciruelas negras.
4 cucharadas colmadas de tomate frito.
Orégano seco.
Romero seco.
Pimienta recién molida.
Sal.
Harina.
Aceite de oliva.
1 vaso y medio de vino tinto.
1 vaso de agua.
Aceite de oliva.
4 cucharaditas de azúcar.
Elaboración:
Comenzamos por salpimentar la carne. La pasamos por harina. Seguidamente doramos ligeramente y reservamos.
Seguidamente cortamos la cebolla, las zanahoria y los pimientos y los pochamos muy bien en una sartén con aceite.
Colocamos la carne que teníamos reservada en una olla y le añadimos el vino dejando cocinar un par de minutos para que evapore el alcohol. Seguidamente añadiremos el agua (la cantidad suficiente para que quede cubierta por lo que si fuese necesario podéis aumentar la medida que yo he puesto en los ingredientes).
Una vez que comience a hervir añadimos las verduras que habíamos pochado trituradas y mezcladas con el tomate frito. Ponemos también las especias y rectificamos de sal si fuese necesario.
Dejamos cocinar con la olla destapada y a fuego medio unos 45 minutos. Cuando queden aproximadamente 10 minutos de cocción le añadimos las ciruelas que habremos cortado a cascos y caramelizado en una sartén junto al azúcar. (Añadimos las ciruelas y también el jugo caramelizado que han soltado).
Dejamos que se termine de cocinar y listo. Ya tenemos un plan de toma pan y moja.

Empanadas de boga

$
0
0
Cuando pienso en las empanadas de boga (para aquellos que no lo sepan la boga es un pescado blanco de escaso valor económico pero muy presente en el recetario gastronómico aguileño) mi mente se llena de recuerdos. Y es que las empanadas de boga, producto estrella durante muchos años en la panadería familiar, eran resultado del trabajo en familia dirigido con maestría por mi madre. Mi padre, que siempre ha sido un excepcional maestro en el arte de la pala, no intervenía para nada en esta función. El era de los que pensaban que en su horno sólo se hacía pan pero mi madre, con mucho mejor ojo que él para los negocios, sabía que estos trabajos extras eran de buena ayuda para la economía familiar. Por esa razón, cuando terminaba de comer, y después de llevar trabajando desde la madrugada, se colocaba su delantal blanco rematado con tiras bordadas y comenzaba con destreza a limpiar de espinas la boga cocida que después añadía al sofrito que con esmero y paciencia había preparado. Una vez finalizada esa parte comenzaba a preparar la masa mientras yo colaboraba en la labor de rular la masa, colocar el relleno y sellar los bordes con ayuda de un tenedor. El reparto posterior de las empanadas era cosa de mi querido hermano. Recuerdo perfectamente como las colocaba en un gran cesto que después ataba a la parte trasera de su bicicleta y así se encargaba de entregarlas. Cuando volvía a casa, después de varias horas pedaleando, siempre lo hacía con el cesto tan vacío como sus bolsillos. Su inmenso corazón le impedía negarle a nadie una empanada aún a sabiendas de que no pudieran pagársela. Y es que si había persona generosa ese era mi querido hermano Mateo. Jamás supo negarle nada a nadie ni siquiera el día que se marchó. Él se fue demasiado pronto pero lo hizo repartiendo vida a más de siete personas que esperaban un trasplante y que hoy llevarán con ellos una parte de él. Espero que os guste (Por cierto, la balanza de la foto es de 1915, la primera que compraron mis abuelos al fundar la panadería).
Ingredientes:
1 kilo de boga.
Agua para cocerla (la justa para cubrir el pescado).
Una hojas de laurel.
Para el relleno:
La boga cocida y desmenuzada.
6 tomates grandes y bien rojos.
4 pimientos verdes.
1 cebolla tierna.
3 huevos cocidos.
3 dientes de ajo.
Un buen puñado de piñones.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Para la masa:
250 mililitros de vino blanco.
375 mililitros de aceite de oliva (parta de él será del que escurra el frito del relleno).
125 mililitros de agua de la cocción de la boga.
1,5 kilos de harina (aproximadamente).
Un buen puñado de sal.
Un huevo batido para pincelar.
Elaboración:
Comenzamos preparando el frito del relleno. Para ello ponemos a calentar una buena cantidad de aceite de oliva al que añadiremos la cebolla rallada y los pimientos en trocitos. Los dejamos cocinar un par de minutos y añadimos el tomate rallado. Bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se cocine muy bien. Una vez listo añadimos el ajo cortado muy menudo, el huevo cocido también a trozos, el pescado desmigado y los piñones y colocamos en un escurridor para que suelte todo el aceite (ese aceite lo usaremos para la masa).
Mientras tanto preparamos la masa. En un bol colocamos el vino, el aceite (todo el que suelte el frito más lo que haya que añadirle hasta llegar a 375 mililitros) y 125 mililitros del agua de haber cocido la boga (lógicamente bien colado).
Añadimos la harina y la sal, mezclamos bien y colocamos sobre una superficie de trabajo para amasar con las manos (la cantidad de harina es orientativa, debemos lograr una masa de textura similar a la del pan).
Con ayuda de un rodillo de cocina estiramos la masa, le colocamos una cucharada generosa de relleno y doblamos formando la empanadilla y sellando bien las juntas para evitar que el relleno se salga. una vez listas las pincelamos con huevo batido.
Horneamos a 200º hasta que estén doradas y listo. Yo estas las hice en horno de leña y quedaron deliciosas.

Bundt cake de chocolate o muerte por chocolate

$
0
0
Como ya os conté hace unos semanas, últimamente los moldes de bundt se han convertido en el objeto de mi deseo. Cuando por fin logré hacerme con uno no podía dejar de mirarlo ¡aquello era un flechazo! Tras usarlo por primera vez el flechazo pasó a convertirse en amor del bueno. El horneado en él resultó maravilloso: conservó las formas, se doró de forma uniforme y se desmoldó de forma casi mágica. En ese mismo momento me di cuenta de que estaba apunto de convertirme en bundtadicta. Lo que no imaginaba es que esa misma semana lograría hacerme con el segundo de mis preciados tesoros y además que sería gracias a dos personas a las que quiero un montón: Mara y Bea. Y es que, la suerte quiso que yo fuese la ganadora del concurso que organizaron en su espectacular blog I love bundt cakes (un referente en lo que a estos bizcochitos se refiere) en colaboración con La Repostería de Miguel. Y como los grandes regalos merecen grandes celebraciones yo he querido estrenar mi precioso molde precisamente hoy, día 15 de Nioviembre, coincidiendo con la celebración del National Bundt Cake Day. La receta elegida es un deliciosísimo bundt de chocolate de Sweet & Sour, otro blog de los que me dejan pegada a la pantalla por sus recetas, sus bellísimas fotografías y el cariño que le tengo a mi preciosa Virginia. Espero que os guste.
Ingredientes:
330 mililitros de leche.
220 gramos de azúcar blanco molido.
175 gramos de azúcar moreno.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
250 gramos de mantequilla.
200 gramos de chocolate al 70% de cacao.
1 pizca de sal.
2 huevos a temperatura ambiente.
265 gramos de harina bizcochona.
35 gramos de cacao en polvo.
Para el glaseado*:
200 gramos de chocolate de cobertura.
3/4 tazas de leche.
1/2 taza de miel.
2 cucharadas de mantequilla.
* Este glaseado no es el que hizo Virginia, el suyo llevaba glucosa y yo no tenía.
Elaboración:
En un bol grande mezclamos la leche con los dos azúcares y reservamos.
En otro cazo derretimos el chocolate junto a la mantequilla y dejamos atemperar. Una vez que a enfriado ligeramente añadimos los huevos uno a uno. Mezclamos bien para que se integre (pero sin batir).
Seguidamente añadimos la mezcla de leche y azúcares que teníamos reservado y la vainilla. Mezclamos bien pero de nuevo evitamos batir porque no queremos que se haga espuma.
Por último incorporamos la harina que habremos tamizado junto al cacao y la sal. La añadimos en tres veces y de nuevo integramos los ingredientes evitando batir la mezcla.
Vertemos la masa en el molde bien engrasado y lo golpeamos suavemente contra la mesa de trabajo por si hubiese quedado alguna burbuja de aire.
Horneamos a 160º durante una hora aproximadamente. Una vez que lo tenemos desmoldado lo cubrimos con el glaseado. Para hacer el glaseado fundimos en un cazo el chocolate, la leche y la miel. Una vez que lo retiramos del fuego le añadimos la mantequilla y movemos bien para que se deshaga con el calor residual e inmediatamente vertemos sobre el bizcocho.
Esperamos a que el glaseado se endurezca y ya tenemos listo nuestro delicioso bundt.
Con esta receta me sumo a la celebración del National Bundt Cake Day organizado desde el blog I love bundt cakes.

Gamba roja de Garrucha a la plancha

$
0
0
En ocasiones, hay productos tan maravillosos que enmascarar su sabor es casi un pecado culinario. En este grupo bien podrían encontrarse los mariscos, cuyo sabor alcanza su máximo esplendor cuando apenas son manipulados. Lógicamente esto sólo pasa cuando nos encontramos ante un producto de primerísima calidad, que ha sido tratado con esmero y mimo antes de llegar a nuestra mesa. Buen ejemplo de ello es la gamba roja de Garrucha, una de las joyas de la gastronomía almeriense que cuenta además con Denominación de Origen, lo que es ya toda una garantía de calidad. Si a eso le sumamos la posibilidad de tenerla en nuestra mesa sólo 18 horas después de haber sido capturadas el bocado alcanzará, sin duda, la categoría de sublime. 
Conocedores de la importancia de la frescura como requisito fundamental para disfrutar al máximo de la gamba, la tienda online La gamba roja de Garrucha ha dado un paso adelante en la comercialización de este delicioso producto del mar y ha realizado una importante apuesta para reducir el tiempo de entrega del producto así como los intermediarios. El procedimiento es sencillo, y ahí reside la clave del éxito. Ellos comprar la gamba roja de Garrucha nada más llegar a puerto. Allí mismo es empaquetada (en cajas isotérmicas y sobre hielo protegido de forma que la gamba estará fría pero jamás entre agua) y desde la misma lonja es enviada a los clientes a través de la división de frió de Seur, asegurando de esta manera mantener la cadena de frío y un tiempo máximo de entrega de 18 horas. Así es como llega la gamba roja de Garrucha a casa.
Con una frescura y una calidad garantizadas.
Y ahora sí, vamos con su preparación. Sencilla y deliciosa y sin más secreto que la gamba roja de Garrucha. Vertemos unas gotitas de aceite de oliva sobre una plancha o asadora y pasamos un papel absorbente sobre ella. Cubrimos la superficie con una buena capa de sal gorda y cuando esté muy caliente colocamos las gambas sobre ella, aproximadamente un minuto y medio por cada lado. Es importante que la gamba no se cocine en exceso.
Y listo, ya tenemos unas deliciosas gambas rojas de Garrucha a la plancha. Están para chuparse los dedos, literalmente. Os aseguro que hacía tiempo que no comía una gamba de tan alta calidad  y es que la gamba con denominación de origen de Garrucha se caracteriza por una mayor cantidad de coral en su cabeza, lo que aumenta su característico sabor. Os invito a que deis un paseo por la web de La gamba roja de Garrucha y descubráis su maravilloso producto, así como la sencilla forma de hacer vuestro pedido para disfrutar de ellas en casa.

Panna cotta (sin gelatina)

$
0
0
La entrada de hoy nos lleva hasta la bella Italia (enamoradita estoy de este país) ya que se trata de un postre típico de la región del Piamonte: la panna cotta. Hasta la fecha todas las que había preparado (panna cotta de café y panna cotta de fresas) llevaban entre sus ingredientes gelatina, pero hace unos días me topé con esta receta de las famosísimas hermanas Simili (conocidas panaderas italianas que durante años dirigieron una reputada escuela de cocina en Bolonia y que por lo que he leído son algo así como las "Arguiñanas italianas"). El caso es que me llamó la atención la receta y la preparé en casa aprovechando que en mi frigo había una botellita de claras pasteurizadas a punto de pedir socorro y aquí está el resultado. Espero que os guste.
Ingredientes:
500 mililitros de nata para montar (aunque no hay que montarla).
100 gramos de azúcar.
5 claras (en mi caso pasteurizadas).
Una pizca de sal.
Mermelada (yo cremosa La vieja fabrica de mi caja Degustabox).
Elaboración:
Colocamos en un cazo la nata junto al azúcar y la pizca de sal y ponemos a fuego suave. no debe llegar a hervir, ni siquiera calentarse en exceso, la idea es que se temple para que se disuelva bien el azúcar.
Cuando haya enfriado añadimos las claras. Las claras no deben estar montadas. Si son pasteurizadas se añaden tal cual pero sin son de huevos frescos se remueven un poquito con una cuchara para romper la clara.
Vertemos la mezcla en unos moldes aptos para el horno y los horneamos al baño maría con el horno a 150º durante una hora aproximadamente (o hasta que cuajen). 
Una vez horneados los dejamos en la nevera durante unas 24 horas. Antes de consumirlos los cubrimos de mermelada al gusto.
Y ya tenemos lista nuestra panna cotta para disfrutar de ella.


Rape con salsa romesco

$
0
0
Últimamente no dejo de hacer recetas de pescado. Imagino que la razón principal es que cuando se vive en un pueblo con puerto pesquero es difícil resistirse a entrar en la pescadería y no salir de ella con una buena bolsa de pescado fresco, en ocasiones aún coleteando. Hace unos días encontré unos rapes maravillosos y fue mirarnos y surgió el flechazo así que me los traje a casa y con ellos preparé esta comida. Os aseguro que es una delicia y la salsita que acompaña está para chuparse los dedos. Ya os lo aviso, si lo preparais pedid a vuestro panadero que ese día os guarde doble ración de pan. Espero que os guste.
Ingredientes:
Para el fumet de pescado:
2 cabezas de rape.
Medio kilo de morralla o pescado de roca.
Las cabezas de 400 gramos de gamba.
Un puerro.
1 hoja de laurel.
1 y cuarto litro de agua.
Medio vaso de coñac.
Una hojas de laurel.
Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa:
3 tomates maduros asados.
Una cabeza de ajos asada.
50 gramos de almendra.
2 rebanadas de pan.
1 cucharada de carne de pimiento choricero.
150 gramos de aceite de oliva virgen extra.
Un buen chorro de vinagre.
Una cucharada de pimentón dulce.
Sal.
También necesitaremos:
400 gramos de gamba
2 rapes.
Unos ajetes tiernos.
Elaboración:
Comenzamos preparando el fumet. Para ello ponemos en una olla un buen chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente añadimos las cabezas de gambas y les damos unas vueltecitas (machacándolas bien para que suelten todo el coral). Seguidamente incorporamos las cabezas de rape y el pescado de roca y añadimos el coñac. Dejamos un par de minutos para que se evapore el alcohol y agregamos el agua, el puerro y el laurel y dejamos cocinar a fuego lento. Una vez listo lo colamos y lo reservamos.
Comenzamos a preparar la salsa. En una sartén doramos las almendras (con cuidado de que no se quemen) y las rebanadas de pan. Cuando estén listas las pasamos a un mortero y hacemos una picada.
En un bol colocamos los tomates y los dientes de ajo (yo puse 4) que previamente habremos asado. Añadimos la picada, la carne de pimiento choricero, el aceite, el vinagre, la sal y el pimientos y trituramos bien. Reservamos la salsa.
Por otro lado, enharinamos el rape y lo freimos.
Pasamos los trozos de rape ya fritos a una cazuela de barro y los cubrimos con el fumet que teníamos reservado.
Añadimos cuatro cucharadas generosas de la sala romesco que hemos preparado.
Dejamos cocinar hasta que la salsa espese. Cuando apenas falten unos minutos para retirar añadimos las gambas. A mi me gusta ponerle una buena cantidad de gamba pequeña pelada (pero siempre fresca) y unas cuentas gambas rojas sin pelar.
Antes de servir freimos unos ajetes y los colocamos sobre los platos.

Bombones de chocolate y sal (Calendario de Adviento)

$
0
0
Muchas veces pienso que si mi niñez hubiese tenido lugar en la actualidad (en la que hay tantos y tanto juguetes y cucaditas varias) hubiese sido la niña más caprichosa del planeta. Y es que no lo puedo evitar, pese a que ya no tengo nada de niña, cuando paso delante de una jugutería se me van los ojos detrás de todas las muñecas y juguetitos que hay. Me vuelven loca las miniaturas y las casitas de muñecas (de hecho, tengo dos en casa). Exactamente lo mismo me ocurre cuando estoy en la cola del super y me topo, mientras espero mi turno, con esos cestos en los que colocan chuches y chocolatinas para que los niños vuelvan medio locos a sus padres hasta lograr que se los compren. Yo, como las adnegadas madres, siempre termino poniendo algo en mi carro con la diferencia de que en casa no hay niños pequeños y que la que se ha encaprichado soy yo: en Halloween me ocurre con las calabacitas llenas de bombones, en Semana Santa con los conejitos de Pascua y en Navidad con los calendario de Adviento...Bueno, esto último hasta el año pasado porque ahora que tengo mis moldes de silicona para hacerlos en casa no pienso volver a caer en la tentación. Espero que os guste.
Ingredientes:
200 gramos de chocolate al 70% de cacao (de buena calidad).
Escamas de sal.
Elaboración:
Calentamos el chocolate al baño maría, o al microondas de diez en diez segundos y atemperamos. Para "atemperar" de una forma un poco caserilla y sin necesidad de termemómetro lo ideal es: fundir dos tercios de chocolate y una vez que lo tenemos fundido apartar del fuego y añadir el tercio de chocolate restante que se derretirá con el calor residual. Con ayuda de un biberón rellenamos los huecos de nuestro molde de silicona. Este de Silikomart es precioso porque todos los bombones son diferentes.
Una vez que tenemos todos los huecos rellenos golpeamos suavemente contra la superficie de trabajo por si quedase alguna burbuja de aire. Seguidamente colocamos unas escamas de sal encima.
Esperamos a que el chocolate endurezca totalmente. Desmoldamos y colocamos los bombones en nuestro calendario y ya lo tenemos listo. Recordad que solo podréis comer uno por día ¿seréis capaces?
Viewing all 355 articles
Browse latest View live