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Channel: Cosicas dulces...y alguna salada
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Coca clásica

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Una vez más vengo con una recomendación literaria (que creo que, ahora que se acercan Navidades, os vendrá genial para añadir en vuestra carta a los Reyes Magos) y es que hace unos días encontré un libro que me enamoró a primera vista: Cocas y tortas, ni más ni menos que del maestro Xavier Barriga. Nombrar a su autor basta para asegurar la calidad de este nuevo libro que, os aseguro, hará las delicias de los amantes de las masas. A lo largo de sus 190 páginas encontrareis una selección de recetas, todas ellas acompañadas de fotografías, que harán que queráis encender vuestro horno para no apagarlo, os lo prometo. Además, otra cosa que me encanta es que todas las recetitas están encabezadas por unas indicaciones en las que, a modo de resumen, te indican el tiempo total, levados y horneado incluido, que necesitarás para preparar cada una de ellas. No sé a vosotros, pero a mi esto me parece genial porque de un simple vistazo y mirando la hora en tu reloj sabes si tienes tiempo para prepararla o es mejor dejarla para otro día. Mi estreno ha sido con esta coca clásica y os aseguro que el resultado es espectacular. Una masa suave, tipo brioche de la que ya no quedan ni las migas. Espero que os guste.
Ingredientes (para dos cocas de 300 gramos):
250 gramos de harina de fuerza.
5 gramos de sal.
50 gramos de azúcar.
75 gramos de huevo (2 pequeños aproximadamente).
50 gramos de mantequilla.
50 gramos de masa fermentada*
80 mililitros de agua.
17 gramos de levadura fresca prensada.
Media cucharadita de canela en polvo.
Ralladura de limón.
Piñones.
Azúcar humedecida con unas gotas de agua.
Un huevo para pincelar.

NOTA*: Para obtener la masa fermentada aparta una porción de la masa que has preparado y déjala en la nevera hasta el día siguiente para que doble su volumen. Esta es la masa fermentada lista para incorporarla a la siguiente coca. Si no la vas a utilizar al día siguiente puedes congelarla y pasarla a la nevera el día antes de usarla. Lógicamente para conseguirla deberás hacer una primera masa de coca sin ella.
NOTA 2: Para elaborar la coca es fundamental que todos los ingredientes estén muy fríos ya que la preparación requiere amasados muy largos y si añades los ingredientes poco fríos será muy dificil trabajarlos

Elaboración:
En un bol colocamos la harina, la levadura, el azúcar, los huevos, la canela, la ralladura, el agua y la masa fermentada y amasamos muy bien y durante mucho tiempo (si disponemos de amasadora con ganmcho podemos usarla).
Cuando la masa esté muy bien amasada añadiremos la mantequilla a dados bien fria y volveremos a amasar hasta que quede perfectamente integrada en la masa (de nuevo se trata de un amasado largo).
Si como yo hacéis el amasado de forma eléctrica, una vez que toda la mantequilla esté integrada colocais la masa sobre una superficie enharinada y seguís amasando a mano hasta obtener una masa muy brillante y elástica que no se pegue a las manos. Ponemos la masa en un bol aceitado y la dejamos reposar 90 minutos en la nevera.
Transcurrido este primer levado dividimos la masa en dos bolas de 300 gramos y las dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.
Cuando finalice este reposo estiramos cada una de nuestras bolas con ayuda de un rodillo hasta obtener una pieza ovalada de aproximadamente un centímetros de grosor. Pintamos las piezas con huevo batido y las ponemos a fermentar en un lugar cálido hasta que doblen su volumen.
Una vez que hayan levado las cocas las espolvoreamos con azúcar humedecido y piñones y las horneamos a 190º  durante unos 12 o 14 minutos (aunque el tiempo, como siempre, dependerá de cada horno). Y listo.
Aquí tenéis más información del libro por si se lo queréis pedir a los Reyes.

Tortas de Pascua murcianas

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La torta de Pascua es, sin duda, uno de los dulces que en épocas de Navidad está presente en casi todos los hogares murcianos. Es una de esas recetas "de las de toda la vida" que antaño se preparaban en grandes cantidades ya que se mantenían perfectas durante semanas. Más aún, cuando la torta se ponía dura seguía igual de sabrosa y era típico comerla acompañada de un buen trozo de longaniza. En cuanto a la receta, como pasa con casi todo el dulcerío tradicional, aún compartiendo nombre existen mil formas diferentes de prepararlas. Así, por ejemplo, la torta de Pascua tradicional de Águilas está elaborada partiendo de masa madre o fermento, con largos levados y mucho más volumen final que esta que he preparado yo. Os diré, como anécdota, que la que elabora mi sobrino en la panadería sigue fiel a la receta con la que hace más de cien años inauguraron mis abuelos la panadería. Es deliciosa y con fórmula secreta (como la Coca Cola jajajaja), es por eso que nunca la he publicado en el blog. Esta de hoy es más del estilo de la que se prepara en Murcia capital, con levado corto, sin masa madre y más planita aunque con un resultado igualmente delicioso. Tanto es así que, de verdad, os animo a prepararla. Os aseguro que es sencilla de preparar, no es necesario tener grandes conocimientos sobre amasado y el resultado os sorprenderá gratamente. Espero que os guste.
Ingredientes:
400 gramos de harina (y algo más para amasar después)
300 gramos de azúcar.
100 gramos de aceite de oliva virgen extra.
90 gramos de zumo de naranja.
70 gramos de anís.
225 gramos de almendra sin piel y molida*.
7 gramos de bicarbonato.
40 gramos de levadura prensada de panadero.
1 huevo.
Ralladura de limón y naranja.
Huevo batido para pincelar.
Azúcar para espolvorear.
* A mi me gusta comprar la almendra cruda pelada, luego en casa le doy un ligero tostado en el horno y finalmente la muelo.
Elaboración:
En un bol colocamos la harina y la levadura desmenuzada sobre ella. Añadimos el bicarbonato, el azúcar, las ralladuras y la almendra molida y mezclamos bien.
Hacemos un volcán con los ingredientes secos y en el centro añadimos el anís, el aceite (que previamente habremos calentado con una piel de naranja y dejado enfriar después), el zumo de naranja y el huevo batido.
Amasamos bien, con calma y evitando estrujar la masa (como dice mi padre, a la masa hay que acariciarla). Primero amasamos en el mismo bol y después sobre una superficie enharinada. En este momento podemos espolvorear la masa con un poquito más de harina pero sin excedernos.

Cuando la masa esté lista (podremos hacer una bola con ella pero seguirá siendo una masa blandita y ligeramente pegajosa) la dejamos reposar unos 20 minutos (la masa apenas levará). Tras el reposo tomamos porciones de la masa, les damos forma de tortita, la aplanamos y le hacemos unos agujeritos con los dedos (tal y como se ve en la foto). Pincelamos con huevo batido espolvoreamos con una cantidad generosa de azúcar y las dejamos reposar otros 30 minutos.
Pasado este segundo periodo de reposo horneamos nuestras tortas a 200º (yo lo hice en el horno de leña pero pueden hacerse sin problema en el de casa).
El tiempo de horneado dependerá, como siempre, de cada horno. Lo ideal es que queden doraditas. Y listo.

Tartaletas de pato con manzana, pasas y piñones

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Hoy hago un alto en mis dulcerías (aunque sólo en lo que respecta al blog, porque este fin de semana he aprovechado para darle trabajo a mi horno y llenar mi casa de aromas dulces navideños que ya os iré mostrando). Y aunque sabéis que ya soy muy de dulces os aseguro que este bocadito de hoy está a la altura de los mejores menús navideños y lo digo si parecer presuntuosa porque no he sido yo la cocinera sino mi hija Rebeca. La pobre anda como loca preparándose para las oposiciones y como, al igual que me pasa a mi, la cocina la relaja el otro día se metió en ella para desconectar de apuntes y programaciones. El resultado, producto de la improvisación, fueron estas riquísima tartaletas que ya le hemos dicho tiene que repetir para la cena de Nochebuena. Espero que os gusten.
Ingredientes:
1 lámina de masa quebrada.
1 muslo de pato en confit.
Una cucharada colmada de pasas.
Una cucharada de piñones.
Media manzana.
1 cebolla tierna pequeña.
Un vasito de los de chupito de coñac.
Una nuez de mantequilla.
Mermelada de pimiento (yo usé Hero de mi caja Degustabox)
Elaboración:
Calentamos en una sartén una nuez generosa de nantequilla y doramos en ella la cebolla finamente picada y la manzana cortada a daditos pequeños. Cuando la manzana se reblandezca (no demasiado porque no queremos puré sino que mantenga su textura) añadimos las pasas y los piñones.
Seguidamente agregaremos el muslo de pato en confit totalmente deshuesado y cortado en trocitos (el muslo se habrá cocinado previamente como indique el fabricante. En mi caso no tuve más que sacarlo de su envase y hornearlo 15 minutos con su propia grasa).
Añadimos el coñac y dejamos cocinar un par de minutos (lo justo para que se evapore el alcohol).
Sobre las tartaletas, que habremos realizado horneando la masa brisa o quebrada, colocamos una cucharadita de mermelada de pimiento.
Finalmente rellenamos las tartaletas con el pato y listo. A comérselo cuando aún esté templado.

Pasteles de gloria

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Los pasteles de gloria forman parte del grupo de dulces navideños que nunca faltan en mi casa porque nos gustan muchísimo. Los hay rellenos de batata y de crema de yema y estos últimos son los que a mi más me gustan. Precisamente por eso cuando hace unos días vi en Directo al Paladar esta receta no pude resistirme. Fue amor a primera vista y la prueba de ello fue que inmediatamente después de leerla me metí en la cocina y aprovechando que tenía todos los ingredientes en casa me puse manos a la obra... y bendita obra porque realmente estos pastelitos saben a gloria. Os aseguro que me ha costado contenerme para no zamparme la bandeja de un atracón jajaja. Espero que os guste.
Ingredientes:
Para la masa:
195 gramos de azúcar.
70 gramos de agua.
150 gramos de almendra molida muy fina o harina de almendra.
35 gramos de leche condensada.
30 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
60 gramos de azúcar glas.
Para el relleno:
100 gramos de huevo.
100 gramos de azúcar.
45 gramos de agua.
5 gramos de maicena.
Elaboración:
Comenzamos preparando el relleno. Para ello mezclamos en un bol el azúcar junto a la maicena y le añadimos el huevo ligeramente batido junto al azúcar. Mezclamos bien y llevamos la mezcla al fuego hasta que espese (sin dejar de mover para que no se nos pegue). Reservamos hasta que enfríe en un bol de cristal o porcelana (si es metálico se pondrá de un color verdoso bastante feo).
Procedemos ahora a preparar la masa. En una amasadora con el accesorio de pala o si no disponemos de él de forma manual mezclamos bien la almendra con la leche condensada. En un cazo mezclamos el agua con el azúcar en grano y lo ponemos al fuego hasta que alcance los 115º grados (este punto es importante). Una vez que el almíbar ha alcanzado dicha temperatura lo vertemos en forma de hilo sobre la mezcla de almendra y leche condensada. Cuando esté bien mezclado añadimos la mantequilla y volvemos a mezclar hasta que se integre bien.
Veremos esta masa (que será muy blanda y pegajosa) en una superficie de trabajo y vamos amasando junto al azúcar glas.
Amasamos sin prisa hasta obtener una masa manejable y que no se pegue a las manos. una vez lista la liamos en papel film y la dejamos reposar una hora.
Después del reposa estiramos la masa finita (unos dos milímetros aproximadamente) y cortamos círculos de unos 8 centímetros de diámetro. En el centro ponemos un punto de crema de yema y envolvemos formando un paquetito.
Una vez formados los espolvoreamos con azúcar glas y quemamos la superficie con ayuda de un soplete.
Y listo. Os aseguro que es un bocado espectacular.

Marquesas

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Recuerdo que cuando Rebeca era pequeña al llegar la Navidad hacía siempre la misma petición: una tableta de turrón El Lobo. Me acuerdo perfectamente como todos los años iba con mi padre, su abuelo, a que le comprase una pastilla. Al llegar a casa recortaba el lobito de la caja, dejando el turrón a un lado. Estaba claro que lo que a mi niña le gustaba era el anuncio, que por aquellos entonces era de dibujos animados, y la pegadiza canción. Muy diferente era lo que le pasaba con las marquesas. Esas sí que le gustaban de verdad y se lanzaba a la bandeja navideña en busca de su dulce preferido. Esos tiernos bocados con sabor a almendras y limón y espolvoreados con azúcar glas eran sus preferidos y lo han seguido siendo hasta hoy. Por eso este año he querido hacérselas en casa y el acierto ha sido mayúsculo. Los he preparado siguiendo la receta del blog de Asopaipas que a su vez la tomo del blog de Lidia, Atrapada en mi cocina. Espero que os gusten.
Ingredientes:
4 huevos.
250 gramos de almendra molida.
120 gramos de azúcar glas.
120 gramos de azúcar en grano.
40 gramos de harina.
40 gramos de maizena.
Ralladura de un limón.
Una cucharadita de levadura en polvo.
Elaboración:
Batimos los huevos junto a los dos azúcares (glas y en grano) hasta que hayan doblado su volumen. Incorporamos después la almendra molida y la ralladura de limón.
Seguidamente agregamos la harina tamizada junto a la maizena y la levadura y mezclamos sin batir para que los huevos no pierdan el aire.
Vertemos la masa en las cápsulas y horneamos a 180º (con el horno precalentado) entre 20 y 30 minutos.
Recién sacadas del horno espolvoreamos con azúcar glas y listo.

Polvorones de nutella

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Cuando hace un par de días vi en Instagram que mi queridísima Bego de La Cocina de Samira había preparado unos polvorones de Nutella el flechazo fue inmediato así que rápidamente le pedí la receta. Cuando me dijo que era de Evelyn, de Cocina para burros, la alegría fue tremenda. Tanto a Bego como a Evelyn las quiero muchísimo porque ademas de ser grandísimas cocineras son maravillosas personas. Es por esto que me hacía una ilusión tremenda llenar mi cocina con los mismos aromas navideños que las suyas. Tenía claro que siendo una recetica de Evelyn a la que, además, Bego le había puesto el ojo encima el éxito estaba asegurado y vaya si fue así. Imagino que si os digo que los hice ayer y ya no me queda ni uno en casa os haréis una idea de lo deliciosos que son. Tanto es así que ya tengo los ingredientes listos para hacer una segunda tanda mañana. Espero que os gusten.
Ingredientes:
250 gramos de harina.
15 gramos de cacao en polvo.
120 gramos de azúcar glas.
120 gramos de manteca de cerdo.
100 gramos de nutella.
Elaboración:
Comenzamos tostando la harina en el horno a 120º unos 20 minutos. La dejamos enfriar y la tamizamos. En un bol ponemos todos los ingredientes.
Amasamos bien hasta que se integren todos los ingredientes. Podemos hacerlo de forma manual o ayudándonos de un robot de cocina en cuyo caso usaremos el accesorio de pala. Estiramos la masa entre dos papeles de cocina dejando 1,5 centímetros de grosor aproximadamente y los cortamos con un cortapastas. Yo antes de cortarlos metí la masa, ya estirada, un rato en la nevera para que fuese más fácil manejarla.
Horneamos a 180º (con el horno precalentado) sólo 8 minutos. Al sacarlos estarán muy blanditos y frágiles pero luego toman más cuerpo. Aún en calientes los espolvoreamos con azúcar glas.
Os aseguro que son una delicia que va mejorando de sabor con el paso de las horas.

Feliz Navidad

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A pocas horas de que todos nos reunamos en torno a la mesa, aprovecho para desearos una noche en la que, como ya os dije el pasado año, seamos capaces de ser felices con el recuerdo de los que ya dejaron su silla vacía y la alegría de nuestras sillas ocupadas. Miles de besicos y gracias, mil gracias, por ser parte de mis sillas ocupadas.

Empanadillas de Navidad

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Hace unos días vi en facebook una foto de empanadillas de Navidad que publicaba mi querida Encarna, del blog Mi adorable cocina. A Encarna la adoro, ella bien lo sabe, y me vuelvo loca con todas las cosicas maravillosas que salen de sus manos. En esta ocasión, además, al ver sus empanadillas me vino a la memoria un dulce muy similar que hace muchos años se preparaba en Águilas (hebreos se llamaban) así que supe que tenía que prepararlos. Ella tomó prestada la receta de Marietta de Sweets and Gifts, otro dulcecito de mujer al que también tengo la suerte de haber conocido. Y hoy soy yo la que también me sumo al préstamo de esta maravilla de receta y digo bien al calificarla de maravilla porque estas empanadillas son un escándalo; una delicia; un bocado de reyes y por eso no puedo más que animaos a prepararlas (y me consta que a estas alturas estaréis más que hartos de dulcería navideña, pero os aseguro que estas merecen la pena). Espero que os gusten.
Ingredientes:
Para la pasta flora:
250 gramos de manteca de cerdo.
250 gramos de azúcar.
1 pizca de canela.
Ralladura de un limón.
125 mililitros de mistela.
2 yemas.
750 gramos de harina de trigo.
7 gramos de bicarbonato.
7 gramos de levadura en polvo.
Para el relleno:
250 gramos de cabello de ángel.
150 gramos de fruta confitada.
12 guindas en almíbar.
La ralladura de un limón.
Una cucharada de canela.
Elaboración:
Mezclamos con una amasadora de palas o de forma manual la manteca, el azúcar, la canela, la ralladura de limón y las yemas.
Cuando esté bien mezclado añadimos la mistela y seguimos mezclando bien.
Finalmente agregamos la harina mezclada con la levadura y el bicarbonato. La añadimos cucharada a cucharada y sin amasar en exceso (lo justo para que la harina se integre en la masa). Envolvemos la masa en papel film y dejamos reposar en la nevera 24 horas.
En un bol mezclamos también todos los ingredientes del relleno y del mismo modo que la masa los dejamos reposar 24 horas en la nevera.
Después del reposo estiramos la masa entre dos papeles de hornear. Le dejamos un grosor de unos 6 milímetros. Cubrimos con ella el fondo de un molde y vertemos encima el relleno.
Cubrimos con otra capa de masa y espolvoreamos con azúcar en grano.
La receta original es en forma de empanadillas que no cerraremos del todo para hornear de forma que se les vea el bonito relleno de colores.
Horneamos a 200º durante unos 14 minutos y listo.

Flan de turrón

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Aunque es posible que a estas alturas ya todos tengáis decidido el menú para la cena de fin de año, no quería dejar la oportunidad de compartir con vosotros la receta de este flan de turrón porque es sencillísimo de preparar, resulta delicioso y pude ser un postre estupendos para tomar con la familia o los amigos antes de despedir el 2014. Nosotros lo comimos en casa este fin de semana y os aseguro que fue todo un éxito. El único secreto para que quede delicioso es utilizar un turrón de Jijona de buena calidad. Además, no resulta nada empalagoso y lo cierto es que esto, después de tantas comilonas navideñas, es algo que se agradece. Espero que os guste.
Ingredientes:
200 gramos de turrón de Jijona (yo El Artesano de Dulces Dulcinea)
330 mililitros de leche.
4 huevos.
80 gramos de azúcar.
Caramelo para el molde.
Elaboración:
Comenzamos machacando ligeramente el turrón de Jijona. Una vez que lo tenemos machacado lo juntamos con la leche y lo pasamos por la batidora para obtener una mezcla homogénea.
En un bol batimos los huevos junto con el azúcar.
Una vez que la mezcla de huevos y azúcar este bien blanquecina y haya duplicado su tamaño le añadimos la mezcla de leche y turrón que teníamos reservada y mezclamos bien.
Por último vertemos la mezcla en una flanera caramelizada.
Por último horneamos al baño María, con el horno a 175º y precalentado. Debemos mantener el flan en el horno unos 60 minutos y después continuar manteniéndolo al baño maría en este caso en el fuego unos 15 minutos más. Cuando esté bien frío podremos desmoldarlo. Y listo.
Para elaborar este flan he utilizado turrón de Jijona El Artesano, de Dulces Dulcinea. Esta empresa está especializada en llevar hasta los hogares el auténtico sabor de los productos y dulces tradicionales. Para garantizar esto en su catálogo sólo incluyen productos elaborados de forma artesanal por auténticos maestros turroneros de Jijona o Alicante. De esta manera, dulces Dulcinea acerca las delicias elaboradas en las pequeñas fábricas con los hogares de toda Europa.



Roscón de Reyes relleno de nata

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Esta mañana, como todos los 6 de enero desde que tengo memoria, en casa nos hemos levantado temprano. Aún con el pijama puesto nos hemos ido hasta el salón y con alegría hemos descubierto que sus Majestades los Reyes de Oriente ya nos habían visitando, dejando bajo el árbol un gran número de regalitos. De los tres vasos de leche y la hierba fresca que anoche dejamos bajo la ventana no había ni rastro; suponemos que los Reyes y sus camellos debieron llegar hambrientos tras su largo viaje desde Oriente. Después de abrir todos los paquetes hemos ido hasta la cocina para desayunar todos juntos un trozo de roscón y una porción de tortadica de Reyes. Y aunque tal vez, por este relato, que os prometo ha sucedido tal cual os lo cuento (incluida la comida para los camellos), penséis que en casa aún tenemos algún niño os aseguro que no es así. Ya estamos todos muy creciditos pero creo que hay tradiciones que no deben perderse y entre ellas está la de hacer que este día no pierda su magia. Espero que os guste. Fuente de la receta: Postreadición.
Ingredientes:
Masa madre:
2 gramos de levadura seca de panadería.
60 gramos de leche.
80 gramos de harina.
Infusión de leche:
120 gramos de leche.
Corteza de naranja y limón.
1 rama de canela.
10 gramos de ron.
15 gramos de agua de azahar.
Masa del roscón:
La masa madre.
La infusión de leche.
350 gramos de harina de fuerza.
2 huevos (unos 110 gramos en total sin pesar la cáscara).
120 gramos de azúcar glas.
6 gramos de levadura seca de panadero.
4 gramos de sal.
60 gramos de mantequilla.
Decoración:
Frutas escarchadas.
Cerezas en almíbar.
Azúcar humedecida con unas gotas de agua.
Huevo para pincelar.
Relleno:
500 mililitros de nata para montar.
150 gramos de azúcar glas.
2 cucharadas colmadas de queso mascarpone.
Elaboración:
Comenzamos preparando la masa madre. Para ello disolvemos la levadura en la leche, incorporamos la harina y amasamos hasta obtener una bolita de masa que debemos dejar reposar hasta que doble su volumen.
Para la infusión de leche hervimos la leche con la canela, la piel de limón y naranja. Dejamos que hierva unos cinco minutos y después, lo ideal es dejarlo en la nevera toda una noche para que se infusione. Al día siguiente le añadimos el agua de azahar y el ron y lo colamos. Debemos tener 120 gramos. si pesa menos le añadimos agua hasta completar el peso.
Comenzamos ya a preparar la masa. Para ello colocamos en un bol la masa madre, los huevos ligeramente batidos, el azúcar glas, la harina, la levadura y la sal y mezclamos.
Vamos añadiendo la infusión de leche en forma de hilo mientras amasamos (si lo hacemos en la Kitchenaid con el accesorio de gancho y velocidad 5). Una vez que esté todo bien integrado dejamos reposar la masa 10 minutos.
Volvemos a amasar durante 5 minutos y es entonces cuando vamos añadiendo la mantequilla cortada a daditos (si lo hacemos en la kitchenaid a velocidad 8). Volvemos a dejar reposar la masa 10 minutos.
De nuevo volvemos a amasar, esta vez durante 8 o 10 minutos (si es en la Kitchenaid seguimos con la velocidad 8). La masa nos quedará lisa, muy brilllante, blandita y pegajosa (es lo ideal así que evitemos la tentación de añadir harina). La colocamos en un bol y la dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Cuando la masa haya doblado su volumen la ponemos en la mesa de trabajo y la apretamos con las manos para desgasificarla. Hacemos una bola y la volvemos a dejar reposar 15 minutos. Entonces procedemos a darle forma. Para ello clavamos un par de dedos en el centro de la bola de masa y los vamos haciendo girar para que se vaya agrandando. Pincelamos el roscón con huevo y volvemos a dejarla reposar hasta que doble su volumen.
Una vez que el roscón haya doblado su volumen lo volvemos a pincelar de huevo y lo decoramos con la fruta escarchada y el azúcar humedecido. 
Horneamos a 200º durante 10 minutos. Luego bajamos el horno a 180º y horneamos 15 minutos más. Una vez que el roscón esté frio lo cortamos por la mitad y lo rellenamos a nuestro gusto. En mi caso con nata montada y queso mascarpone.

Olla fresca

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Sí, lo sé, no tengo remedio. Y aunque me había prometido a mi misma un mes de enero ligerito, culinariamente hablando, para rebajar los excesos navideños no he sido capaz de lograrlo. Que no os lleve a engaño el nombre de esta receta, ya que no es "fresca" en el sentido en el que lo es una ensalada o un platito de salmorejo. No, nada de eso, es "fresca" porque toda la carne de cerdo que la compone debe estar fresco, es decir sin secar u "orear" como decimos en Murcia. Y aunque prepararla me ha costado incumplir mi promesa de comidas más light os aseguro que no tengo remordimiento alguno. Hacía tiempo que quería que este plato murciano estuviese en mi recetario y vi el momento cuando la pasada semana recibí una caja de verdura ecológica procedente del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia. Maravillosos productos que saben a lo que tienen que saber una lechuga, un tomate o una col. Espero que os guste.
Ingredientes:
3 huesos de espinazo
Dos rabos de cerdo.
Dos orejas de cerdo.
Dos manos de cerdo
Un trozo de cedo.
Cuatro morcillas.
500 gramos de garbanzos.
125 gramos de macarrones.
Dos coles picudas.
Dos patatas.
Un bulbo de hinojo fresco
Un colirábano.
Una rama de apio.
Agua.
Sal.
Una cucharadita de azafrán molido.
Elaboración:
Cortamos la col, el apio, el hinojo y el colirábano en trozos.
Limpiamos muy bien (yo lo hago frotando con sal gorda y limón) toda la carne. Ayudándonos también de un soplete para quitar los pocos pelillos que le puedan quedar a las piezas de cerdo. Si no tenéis soplete siempre podéis hacerlo acercando la pieza de carne directamente el fuego de la cocina.
Colocamos una una olla toda la carne así como las verduras que teníamos troceadas y cubrimos con agua fría (cubrimos pero sin excedernos en agua). Se deja cocer a fuego lento sobre unas dos horas (si es el olla rápida mucho menos). Cuando la carne esté prácticamente cocinada se añaden los garbanzos (si son de bote bien escurridos y si no lo son deberán haber estado previamente en remojo) y las patatas y se deja cocinar unos 10 minutos más. Se añaden a continuación los macarrones, el azafrán y la sal y cuando los macarrones ya estén prácticamente cocinados se agrega la morcilla.
Yo soy de la opinión de que este plato está más rico de un día para otro. Además al llevar tanta grasa (lo siento, ya os dije que no era un plato apto para la dieta) permite, si fuese necesario, añadirle un poquito de agua para calentarlo.
Mirad que hermosura de caja me llegó desde el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia y lo mejor no es su aspecto sino su sabor y lo maravillosamente bien que uno se siente cuando sabe que lo que se está comiendo se ha producido de forma respetuosa con la Naturaleza; sin utilizar productos químicos ni semillas modificadas; sin forzar ciclos de cultivo y en definitiva respetando nuestro planeta.

Tarta de brownie de Oreo y mousse de Nutella

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Continúo pecando y, en vista de los hechos, sin demasiado propósito de enmienda por los excesos navideños. Aunque he de decir que esta vez la culpa no ha sido mia, sino de mi hija Rebeca que ha decidido sorprenderme con esta tarta de pre-cumpleaños. Como ya os dije se está preparando las oposiciones, lo que le deja muy poco tiempo libre. Es por eso que, aunque oficialmente mi cumple es mañana, ha sido hoy cuando nos hemos comido la tarta aprovechando un alto entre sus apuntes y las clases con su preparadora. Lo cierto es que, aunque yo adoro cocinar, no hay nada más satisfactorio como el hecho de que en un día especial sea tu hija la que te sorprenda con el postre. Y esto es así por dos motivos, por un lado porque te hace enormemente feliz que tu niña dedique parte de su escaso tiempo (y ahora más escaso que nunca) en preparar algo para ti. Y por, por ver que la que es tu mayor afición es compartida por la persona a la que más quieres en este mundo. Espero que os guste tanto como a mi.
Ingredientes:
Para el brownie de oreo:
165 gramos de mantequilla.
200 gramos de chocoate negro.
3 huevos L.
2 yemas.
90 gramos de azúcar blanquilla.
75 gramos de azúcar moreno.
30 gramos de harina.
15 gramos de cacao puro en polvo.
Una pizca de sal.
165 gramos de galletas Oreo.
Para el mousse de Nuella (del blog Recetas del señor señor)
400 mililitros de nata para montar.
2 claras de huevo.
220 gramos de nutella.
100 mililitros de leche.
4 láminas de gelatina.
Para la cobertura de chocolate:
150 mililitros de nata.
100 gramos dechocolate blanco.
150 gramos de chocolate negro.
Además necesitaremos:
Más Nutella.
Chocoalte blanco y frutos rojos para decorar.
Elaboración:
Comenzamos preparando el brownie de oreo que nos servirá de base. Podéis ver la receta AQUÍ. La única diferencia es que debéis hornearlo en un molde redondo de 23 centímetros.
Mientras se enfría el brownie procedemos a preparar el mousse de Nutella. Para ello calentamos la leche (sin excedernos). Una vez caliente y ya fuera del fuego disolvemos en ella la gelatina que previamente habremos hidratado en agua fría.
Añadimos la Nutella y batimos bien con ayuda de un batidor hasta que la mezcla esté bien integrada.
Seguidamente incorporamos las claras previamente montadas y la nata también montada y mezclamos con movimientos envolventes.
Una vez listo nuestro mousse procedemos al montaje de la tarta. Colocamos en la bandeja el brownie y alrededor de él un aro desmoldable (es recomendable también poner unas tiras de acetato ya que así cuando enfríe y le saquemos el aro los bordes quedarán mucho más bonitos y lisos. Sobre el brownie vertemos la mitad de la mousse de Nutella.
Sobre la mousse añadimos pegotones de Nutella (la cantidad, al gusto de cada uno).
Por último vertemos el resto de mousse y dejamos enfriar en la nevera (mejor de un día para otro).
Al día siguiente la desmoldamos y la cubrimos con la ganache de chocolate. Para hacer la ganache tenemos que calentar la nata y cuando rompa a hervir verterla sobre el chocolate blanco y el negro que tendremos bien picaditos en un bol y que se derretirán con el calor residual de la nata. En el centro unos nidos de chocolate blanco y unas frambuesas. Y listo.

Bisque de gamba roja de Garrucha

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No es la primera entrada en la que os hablo de la gamba roja de Garrucha, lo sé, pero es que soy de la opinión que cuando hay un producto bueno tenemos que hacer bandera de él y os aseguro que este lo es. Aunque como ya os dije, disfrutarla a la plancha, acompañada únicamente de un buen puñado de sal, es mi opción favorita, esta forma de cocinarla que hoy comparto con vosotros bien merece ser tenida en cuenta. Pocos secretos, más que una materia prima de buena calidad, tiene este bisque y el resultado es fabuloso: una crema de textura suave pero gran potencia en el sabor que, os puedo asegurar, no dejará indiferentes a vuestros comensales. Espero que os guste.
Ingredientes:
3 chalotas.
1 zanahoria pequeña.
1 tomate.
30 gramos de arroz.
50 gramos da nata.
25 gramos de coñac.
25 gramos de vino dulce (tipo Málaga).
600 gramos de agua.
Perejil fresco.
Pimienta y sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
Comenzamos pelando nuestras gambas rojas. Separamos las colas de las cabezas y las carcasas.
Ponemos aceite en en una olla y cuando esté caliente salteamos en él las cabezas de las gambas y las carcasas. Es importante que aplastemos bien las cabezas para que liberen todo su delicioso coral.
Añadimos seguidamente las chalotas y la zanahoria bien picado y dejamos que se poche a fuego lento.
Cuando la chalota empiece a transparentar añadimos el tomate rallado y dejamos cocinar a fuego lento un par de minutos para que evapore todo el agua.
Cuando el frito haya evaporado el agua, añadimos el vino y el coñac y dejamos un par de minutos para que se rebaje el alcohol.
A continuación añadimos el agua, el perejil, la pimienta, la sal y el arroz y dejamos cocer durante 15 minutos a fuego bajo.
Transcurrido el tiempo de cocción, trituramos bien toda la mezcla (incluidas, por supuesto, las cabezas y las carcasas de las gambas) y la colamos pasándola por un chino o colador.
Una vez colada la mezcla volvemos a llevarla al fuego y cuando rompa a hervir añadimos la nata, mezclamos bien y retiramos.
Antes de servirla ponemos en cada plato una de las colas de gamba que teníamos reservadas. Podemos sellarlas unas segundos en la plancha o incluso añadirlas crudas ya que con el calor de la bisque se cocinarán en su punto justo.
Para elaborar esta receta he utilizado unas magníficas gambas de la tienda online La Gamba Roja de Garrucha. Esta empresa, conocedora de la importancia de la frescura en un producto como este ha dado un paso adelante en la comercialización de este delicioso producto del mar y ha realizado una importante apuesta para reducir el tiempo de entrega del producto así como los intermediarios. El procedimiento es sencillo: ellos compran la gamba roja de Garrucha nada más llegar a puerto. Allí mismo es empaquetada (en cajas isotérmicas y sobre hielo protegido, de forma que la gamba estará fría pero jamás en contacto con el agua) y desde la misma lonja es enviada a los clientes, que en un plazo máximo de 18 horas estarán disfrutando de ella.

¿Me das tu voto? (Editada)

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Hola amigos, este lunes no traigo receta sino una petición: inauguro campaña electoral, como los políticos, aunque con un programa mucho más dulce: la tarta de de brownie de Oreo y mousse de Nutella que mi hizo mi niña para mi cumpleaños. Os cuento, para aquellos que aún no lo sabéis: estoy participando en un concurso de recetas con esta tarta. Ya sabéis que a los padres se nos cae la baba con nuestros hijos y, para nuestros ojos, no hay nada mejor que lo que ellos hacen ¿verdad? Por esta razón este concurso me hace especial ilusión: por tratarse de la tarta que hizo para mi la niña de mis ojos. Si os apetece, os gusta la tarta, o simplemente queréis hacerlo estaré encantadísima de contar con vuestro apoyo. 

¿Cómo votar?
La receta ganadora, que será designada por votación popular, se decidirá el próximo 20 de febrero. Y, lo más importante, se puede votar todos los días una vez.

Podéis votar pinchando sobre la imagen de debajo(una vez dentro sólo hay pinchar sobre la estrella que aparece debajo de la foto y ya me habrás votado)



Mil gracias a todos. Estoy abrumada, en sólo dos día ya he acumulado 741 votos. Gracias, gracias y gracias. Espero que os animéis a seguir votando. Recordad que podéis hacerlo todos los días. Besicos para todos.

Edito:
Edito la entrada para daros a todos unas SUPER MEGA INMENSAS GRACIAS. Cuando ayer publiqué la entrada llevaba 741 votos y esta mañana me he levantado con (redoble de tambores): 1289. ¡Sois únicos! Dicho esto, os recuerdo que podéis seguir votando una vez por día jajajaja. Mil gracias de nuevo, me voy a trabajar ¿más feliz que una perdiz? Noooooo Más feliz que si me quedase atrapada dentro de una pastelería jajajaja (ya sabéis que me pierde un dulce).

Tortas de aceite (tipo Inés Rosales)

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No sé a vosotros pero a mi las tortas de aceite me requetechiflan. Además de su sabor, que es delicioso, adoro ese aspecto artesanal y tradicional que presentan. Hasta el diseño de su envoltura es el original de los años 30. No tengo nada contra la modernidad, todo lo contrario, pero creo que es maravilloso que haya ciertas cosas en las que se conserve la tradición. Me parece, no sé vosotros lo que pensareis, que es un precioso homenaje a las personas que hicieron grande, en este caso, una marca de dulces artesanos. Tanto me gustan esta tortas que cuando vi la receta no pude resistir la tentación de probarla. El resultado realmente es muy rico: quedan hojaldradas y crujientes con un sabor muy parecido al de las "legítimas y acreditadas tortas de aceite de Inés Rosales" (aunque no exactamente igual, no os voy a engañar). Creo que la conclusión de todo esto es la siguiente: la dulcera incontralada que llevo dentro seguirá haciendo estas tortas en casa porque están riquísimas pero también seguirá echando al carrito de la compra las originales porque tienen un puntito que me sigue volviendo loca (y que coste que aquí no hay ningún tipo de interés publicitario). Espero que os guste. Fuente de la receta: Los fogones de Ana Sevilla.
Ingredientes:
75 gramos de aceite de oliva virgen extra.
La ralladura de medio limón.
La ralladura de media naranja (yo de naranjasdevalenciaonline.com)
8 gramos de anís en grano 
105 gramos de agua
15 gramos de levadura prensada de panadero.
30 gramos de anís dulce o semi.
30 gramos de azúcar.
270 gramos de harina de fuerza (aproximadamente).
Media cucharadita escasa de sal.
15 gramos de ajonjolí o semillas de sésamo.
Azúcar para rebozar.
Elaboración:
Comenzamos preparando la ralladura de limón y la de naranja.
En un cazo ponemos el aceite de oliva, la ralladura de limón y naranja y el anís en grano. Lo calentamos muy ligeramente (no tiene que llegara a humear, ni siquiera a quemar).
Vertemos el aceite, junto a las ralladuras y el anís en grano ligeramente caliente en un bol y vertemos sobre él el agua, el anís líquido y la levadura desmigada y movemos bien hasta que se disuelva.
Añadimos el azúcar y mezclamos.
Incorporamos la mitad de la harina y cuando esté mezclada añadimos las semillas de ajonjolí.
Incorporamos el resto de la harina y amasamos. Nos quedará una masa pegajosa y blandita aunque con cierta manejabilidad. Una vez lista la tapamos y la dejamos en un lugar calentito para levar hasta que doble su volumen. Yo como hemos tenido estas semanas de frío la puse delante de la chimenea (siguiendo el consejo de mi padre, ya sabéis que fue panadero más de 60 años).
Una vez que la masa ha doblado su volumen, tomamos porciones de 35 gramos, formamos una bola y las aplanamos con ayuda del rodillo.
Pasamos una de las caras de la torta por un plato con azúcar en grano.
Colocamos las tortas en una bandeja (con la cara azucarada hacia arriba, lógicamente) y horneamos a 220º ente 6 y 8 minutos (sin dejar de vigilar que por experiencia os digo que se queman en un segundo).
Y listo. Mirad que corte más finito y al mismo tiempo hojaldrado.
Para elaborar estas tortas de aceite he usado la ralladura de unas fantásticas naranjas de Valencia de naranjasdevalenciaonline.com. Una web estupenda que permite que en 24 horas recibas en casa tu caja de naranjas recién cogidas de los naranjos situados en las Riberas Alta y Baja del Júcar. Realmene dulces y deliciosas.
Aprovecho para agradeceros todo el apoyo que estáis dando a mi propuesta para el concurso Soy el especialista, en el cual estoy participando. Sois muchísimos (mientras escribo esta entrada 1064) los que me estáis ayudando día a día y os lo agradezco de todo corazón. Si os apetece ya sabéis que podéis seguir votando de forma diaria hasta el próximo día 20 de febrero. Para hacerlo sólo hay que pinchar en la imagen de abajo y luego en la estrella. Gracias, miles y millones de gracias.


Abandono el concurso

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Esta entrada es de agradecimiento. Un enorme agradecimiento para todos los que durante esta semana me habéis estado apoyando. Pero este concurso se ha convertido en una competición entre dos concursantes para ver quien es más ágil y veloz a la hora de usar Twitter y no, no estoy dispuesta a que por mi seáis cómplices de lo que,en mi opinión, no es una competición limpia. (La entrada es larga pero os pido que la leáis para entender mis razones) 
En este concurso los votos podían llegar, mayoritariamente, de dos maneras:
-Una de ellas era pinchando esa estrella que tanto os he pedido. A través de este método no hay trampa posible: cada persona puede votar una sólo vez al día (sumando así una estrella) y yo me voy con 1189. Sí, 1189 estrellas que todos vosotros me habéis dado día a día y que nos dejan muy por encima del resto de participantes.
-La otra opción es Twitter. Y es aquí donde se están cometiendo irregularidades a base de bien. ¿Y cómo me di cuenta? Mi sobrina fue la que se percató, le resultó muy extraño que las dos primeras participantes se alternasen el puesto de cabeza en cuestión de horas y todo ello a base de tuit. La razón era muy sencilla: Si una misma persona escribe 1.000 tuit o retuit diarios (y no es un ejemplo si algo que ha ocurrido) su puntuación sube 1.000 puntos inmediatos. Y lo sé porque mi hija y mi sobrina, movidas por la impulsividad que de la juventud, al ver este juego sucio que se estaba llevando a cabo entre dos concursantes también quisieron hacer la prueba: escribieron 150 tuit y me dieron 150 puntos.
En el mismo momento que me enteré lo puse en conocimiento de la organización que durante mucho tiempo negó la situación. Al final,  logré dar con una persona que me escuchó, reconocieron las irregularidades y eliminaron la puntuación a través de hastag pero no los puntos fraudulentos acumulados a través de tuit enviados de forma compulsiva desde una misma cuenta.
Lo más triste de esto, para mi, ha sido que parte de lo que considero juego sucio haya venido de alguien a quien realmente apreciaba. Puede llegar a entender que el premio es muy goloso pero creo que siempre hay cosas que importan más que eso.
Como ya os digo yo me bajo aquí. Abandono este concurso con 1189 estrellas, muy por encima del resto y no olvidéis que esas estrellas son votos reales, de los que no se pueden inflar y de los que sólo se admiten uno al día. Así que por esa razón ya me siento ganadora. Por eso y por no haber entrado en un juego poco ético en el que si hubiese querido hubiese podido entrar también pero ¿de qué me valdría entonces vuestro apoyo? ¿Para que pediros que me votéis si yo misma pudo darme esos votos a través de Twitter?
Me marcho dando las gracias a todos los blogueros que me habéis apoyado (echaré de menos esos whatassp con forma de dedito hacía arriba que día tras día me habéis enviado aún cuando yo no os pedía el voto y ver como compartíais en vuestros muros el concurso); miles de gracias también a ese maravilloso grupo de "Tu no eres de Águilas..." por vuestro apoyo incondicional; a los clientes de la cafetería que durante esta semana, antes de decir buenos días, me soltaban un "María, acabo de votar y vamos subiendo"; a mis compañeros de trabajo; a las Guerreras; a los peregrinos; los polis; a mis amigos; a los amigos de mis amigos; y a mi familia. Mil gracias por vuestro apoyo. Nos marchamos siendo los primeros en cuanto a estrellas conseguidas (1189).  Gracias a vosotros. 

Rocas de chocolate, naranja y dátiles

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Hace días que daban vueltas por casa unas bolsitas de cereales para el desayuno de mi caja Degustabox. Las pobres esperaban ansiosas en el armario a que alguien las tomase para desayudar, pero el problema es que en casa somos más de tostadas. Como tenían un aspecto bastante rico pensé que había que buscar una alternativa para ellas. Rápidamente me vino a la mente preparar las clásicas rocas de chocolate. Me fui a la despensa en busca del chocolate y una vez allí encontré una bolsita de dátiles y unos resto de naranja confitada de la Navidad así que con esta mezcla de ingredientes me puse manos a la obra. El resultado: rico rico, os lo prometo. Espero que os gusten.
Ingredientes:
80 gramos de chocapic sabor avellana (de mi caja Degustabox)
10 dátiles.
Casco de naranja confitada (cantidad al gusto).
150 gramos de chocolate negro.
Chocolate blanco para adornar.
Elaboración:
Colocamos en un bol los cereales. Vertemos sobre ellos la naranja y los dátiles bien picaditos y mezclamos bien.
Seguidamente agregamos el chocolate derretido y con mucha rapidez lo mezclamos todo.
Inmediatamente después (no dejamos pasar tiempo para evitar que se solidifique el chocolate) tomamos porciones y las colocamos sobre papel. Una vez que han solidificado las decoramos, si queremos, con un poco de chocolate blanco derretido.
Y ya tenemos listos estos dulces bocaditos. Parece mentira que algo tan sencillo pueda quedar tan rico.

Gusanillos de Carnaval (kalkals)

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En Águilas ya estamos en modo Carnaval (y este año más que nunca ya que nuestras fiestas han sido reconocidas con la Declaración de Interés Turístico Internacional) y como no podía ser de otra manera mi blog también se ha puesto su máscara para disfrutar de las fechas; así que desde hoy comienza la etapa de recetas carnavaleras y que mejor forma de empezar que con estos gusanillos que además, para mi, representan esas recetas de "cariño en cadena" que tanto me gusta hacer. La razón es muy sencilla la receta original es de María de Una pincelada en la cocina, una cocinera de diez y una persona maravillosa a la que sigo desde que comencé en este mundillo, y hace un par de días se la vi a mi María José de Cocinando para ellos. María José es para mi una amiga con mayúsculas. Lo que comenzó con visitas mutuas a nuestros blogs continuó con largas conversaciones telefónicas y el pasado verano, por fin, pudimos darnos un fuerte abrazo. Compartimos mesa y mantel, conversación, confidencias y muchísimo cariño. Este verano por fin pudimos conocernos cuando mi amiga y su marido cruzaron España de punta a punta para poder pasar un día juntas. Sé que siempre me repito con lo mismo, pero, si dudarlo, si tuviese que elegir una sola cosa de las muchas que me ha dado el blog sería el haber podido conocer a personas tan maravillosas como ella. Y ahora vamos con la recetica que, os prometo, es deliciosa. Espero que os guste.
Ingredientes:
500 gramos de harina de trigo.
60 gramos de azúcar.
Una cucharadita de azúcar avainillado.
Media cucharadita de sal.
Media cucharadita escasa de levadura en polvo.
130 mililitros de aceite de girasol o de oliva suave.
1 huevo grande.
140 mililitros de agua.
Para el baño:
100 gramos de azúcar.
50 mililitros de agua.
2 cucharadas de anís dulce.
Aceite de girasol o de oliva suave para freir.
Elaboración:
En un bol mezclamos bien la harina, la sal, la levadura, el azúcar y el azúcar avainillado. Hacemos un hueco en el centro y vertemos el agua, el anís y el huevo batido.
Amasamos muy bien (durante al menos cinco minutos) hasta lograr una masa muy elástica y que no se pegue a las manos. La tapamos con un trapo y la dejamos reposar diez minutos.
Tomamos porciones de unos 14 gramos y les damos forma redondeada.
Ahora viene lo chulo. Ponemos la bolita encima de un peine (sin usar, se entiende). Aplanamos la masa y la estiramos sobre toda la superficie del peine. A continuación rodamos la masa muy suavemente (como si liásemos un cigarro) humedeciendo el extremo con un poquito de agua para que la masa quede bien sellada.
A continuación freímos nuestros gusanillos en aceite de girasol o de oliva suave hasta que estén bien dorados.
Una vez fritos los pasamos a un papel absorbente. Cuando estén todos fritos procedemos a preparar el almíbar: ponemos a hervir el agua junto al azúcar y el almíbar hasta que esté espeso y con muchas burbujitas. Bañamos en este almíbar cada uno de nuestros gusanillos y colocamos en una rejilla para que escurra el exceso.
Y ya tenemos listo nuestros deliciosos gusanillos de Carnaval. Os aseguro que es una delicia. Mirad como se aprecia en el corte las capas del enrollado.

Tortas fritas de Carnaval o del reventón

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Sigo con las recetas típicas de Carnaval, en este caso con las tortas del reventón (típicas de la localidad murciana de Cieza) y sigo también con las recetas de cariño en cadena ya que estas torticas son, ni más ni menos, que de mi Mari del alma, del blog Cuchillito y tenedor. Muchas veces os he hablado de ella: Mari fue a la primera blogger que conocí en persona y aún hoy, dos años después, recuerdo ese sincero abrazo, lleno de cariño que me dio cuando fue a recogerme a la estación de autobuses. En ese mismo momento me di cuenta de que mi amiga era tal cual la imaginaba: preciosa por fuera e igualmente preciosa por dentro. Todo en ella es bondad, cariño, sinceridad...puro amor. Son miles las virtudes de esta gallega murciana, pero si tuviese que definirla en pocas palabras diría que, al pensar en ella, la definición que de forma inmediata me viene a la mente es "buena madre y buena hija". Ahora esta pasando por un momento muy duro y es mucha la tristeza que hay en su corazón pero, querida amiga, toca plantarle cara a la vida y hacerlo con la seguridad de que desde una estrella hay alguien que te sigue mirando con el mismo amor con el que lo ha hecho siempre. No olvides que somos muchos los que te queremos y necesitamos tu linda sonrisa.
Ingredientes:
400 gramos de harina (aproximadamente).
25 gramos de levadura fresca de panadero.
1 huevo.
1 yema.
225 mililitros de agua templada.
1 cucharadita de sal.
2 cucharadas soperas rasas de manteca.
3 cucharadas soperas de azúcar.
Aceite de oliva suave para freir.
Azúcar para rebozar.
Elaboración:
Colocamos en un bol la harina, hacemos un volcán y añadimos el huevo ligeramente batido.
Agregamos la sal, el azúcar y la manteca.
Por último añadimos la levadura disuelta en el agua templada.
Amasamos bien todos los ingredientes (nos quedará una masa muy ligera, blanda y pegajosa) y dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Con las manos mojadas en aceite tomamos porciones de la masa (esto es lo más complicado ya que la masa es muy muy pegajosa y blanda) y las dejamos caer en la sartén con el aceite caliente. con ayuda de un palo de madera le hacemos un agujero central.
Cuando estén bien doraditas las retiramos del aceite y las rebozamos en azúcar y listo.

Bartolillos rellenos de chocolate

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En Águilas seguimos de Carnaval, disfrutando al máximo de unas fiestas que este año han sido declaradas de Interés Turístico Internacional. Aunque son días en los que estamos a tope de trabajo en la cafetería (afortunadamente) y en los que también me estoy divirtiendo todo lo que puedo no he dejado de buscar un ratico para preparar dulcerías propias de estas fechas. La dulcería carnavalera es, principalmente, dulcería frita que, como ya os he dicho en más de una ocasión, es la que más me gusta. Y si hablamos de dulces fritos en la blogosfera tenemos que hablar de la que para mi es la reina de ellos: mi Lolica, de Pan frito o rebanás. No hay dulce frito que se le resista; todos le quedan espectaculares tanto en apariencia como en sabor (y lo sé porque he tenido la suerte de probar una de sus delicias). Claro que cuenta con una maestra de lujo: su madre que es la que le ha enseñado todas esas receticas que a mi me hacen perder la cabeza. Estos bartolillos de hoy son una receta suya y quedan espectaculares, os lo aseguro. Son magníficos para reponer fuerzas antes de colocarse la máscara y salir a disfrutar de la fiesta...por cierto, yo estoy año tengo una de lujo que mi querida amiga Elena me trajo de Italia. Con ella (con la máscara y con mi hermana-amiga Elena) es con la que, como todos los años, estoy disfrutando de este Carnaval. Espero que os gusten.
Ingredientes:
Para la masa:
200 gramos de aceite de oliva suave.
200 gramos de zumo de naranja (en la receta original es agua).
Un pellizco de sal.
30 gramos de azúcar.
600 gramos de harina.
Azúcar para rebozar.
Para la crema:
100 gramos de azúcar.
500 gramos de leche.
4 yemas de huevo.
40 gramos de maicena.
1 cucharadita de azúcar avainillado.
30 gramos de mantequilla.
200 gramos de chocolate negro.
Elaboración:
Comenzamos preparando la crema para que le de tiempo a enfriar. Ponemos a calentar la leche (reservando unos 100 gramos) junto con el azúcar. En la leche que habíamos reservado añadimos las yemas, la maicena y el azúcar avainillado. Cuando la leche que tenemos en el fuego junto al azúcar rompa a hervir añadimos la mezcla y sin dejar de remover.
Cuando la crema haya espesado le añadimos la mantequilla y el chocolate. Removemos para que todo se integre bien y reservamos.
Mientras la crema se enfría preparamos la masa. Templamos el aceite y lo vertemos en un bol. Sobre él añadimos el zumo de naranja (o el agua en la receta original) y el azúcar.
Finalmente añadimos la harina y amasamos hasta obtener una masa durita y brillante.
Estiramos la masa con ayuda de un rodillo de cocina hasta que nos quede bien finita.
Cortamos con la forma deseada, colocamos una cucharada de crema y cerremos como si de una empanadilla se tratase.
Freimos un abundante aceite suave bien caliente.
Una vez fritas las rebozamos en azúcar y listas. Una delicia, os lo prometo.
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