Es tarta es, sencillamente, brutal. Si me lo hubiesen dicho jamás hubiese pensado que la combinación de pera y chocolate podía resultar tan irresistible pero después de haberla probado os puedo asegurar que este sencillito pastel de aspecto rústico ha pasado a convertirse en una de las tartas de chocolate favoritas de casa. El dulzor nada nada empalagoso de la crema de chocolate combina a la perfección con una base de masa quebrada elaborada con almendras y mantequilla y el toque refrescante de la pera. Os aseguro que si la probáis os va a encantar. Fuente de la receta: Adaptación de Siciliani creativi.
Ingredientes:
Para la base:
160 gramos de harina.
100 gramos de harina de almendras.
100 gramos de azúcar glas.
130 gramos de mantequilla.
1 huevo.
Una pizca de sal.
Una cucharadita de canela.
Para el relleno:
250 gramos de chocolate negro.
2 huevos enteros.
1 yema de huevo.
80 gramos de azúcar glas.
80 gramos de azúcar glas.
Ralladura de una naranja.
1 pera grande.
Elaboración:
Comenzamos preparando la base. Para ello colocamos en un bol la harina, la almendra, el azúcar, la sal y la canela. Añadimos la mantequilla fría a dados y mezclamos hasta obtener una mezcla grumosa.
Añadimos el huevo y mezclamos hasta obtener una masa homogénea que envolveremos en papel film y dejaremos reposar una hora en la nevera.
Transcurrido ese tiempo forramos con la masa un molde alargado y desmoldable de unos 20 centímetros. Pinchamos la base y horneamos en blanco unos 20 minutos a 180 grados. Mientras se hornea comenzamos a preparar la crema. Comenzamos batiendo muy bien los huevos, la yema y el azúcar (debemos batir hasta obtener una mezcla muy cremosa).
Vertemos sobre ella el chocolate que habremos derretido previamente y la ralladura de naranja.
Cubrimos con la crema la base que teníamos reservada.
Colocamos sobre la crema de chocolate la pera cortada a gajos y horneamos unos 15 minutos a 180 grados.
Y listo. Podemos disfrutar de este delicioso pastel templado o frío.
